Estados Unidos, AP.- Un periodo entre temporadas centrado en torno a reuniones de Zoom, un acortado campamento de entrenamiento y la ausencia de partidos de exhibición han convertido a la continuidad en un factor crucial para la NFL en plena pandemia del coronavirus.
La alegría que el coach Kyle Shanahan sintió al frente de los 49ers de San Francisco en enero cuando el confiable coordinador defensivo Robert Saleh no fue elegido como entrenador en jefe de los Browns de Cleveland ha aumentado.
Sentimientos similares han surgido en toda la liga entre entrenadores que se benefician de cierta estabilidad en sus planteles y personal una vez que la propagación de COVID-19 ha hecho más desafiante de lo normal el proceso de construir sistemas y una química en el equipo.
Ningún equipo muestra mayor continuidad para esta temporada que los 49ers de Shanahan, campeones defensores de la Conferencia Nacional.
Sus coordinadores y asistentes clave están de regreso, al igual que la mayoría de los jugadores que contribuyeron a concretar el cambio radical del año pasado.
“Hemos incorporado a algunos elementos experimentados y un par de nuevos entrenadores, pero las bases de nuestro equipo —y especialmente de nuestra defensa y nuestro coordinador defensivo— no han cambiado. Pienso que eso es de mucha ayuda, en especial si se considera en dónde nos quedamos”.
Los 49ers son uno de tres equipos que cuentan con jugadores que participaron en más del 80% de las jugadas la temporada pasada. Buffalo (81,5%) e Indianápolis (80.3%) están justo abajo. Si bien los Colts adquirieron al veterano quarterback Philip Rivers, los Bills firmaron al wide receiver Stefon Diggs, mientras que el left tackle Trent Williams vestirá en uniforme de los 49ers, Rivers y Williams tienen al menos experiencias previas con sus nuevos cuerpos de entrenadores, lo que facilita la transición.
El nuevo coach de las Panthers de Carolina, Matt Rhule, y su personal han enfrentado una situación totalmente opuesta este verano.
Rhule es uno de cinco entrenadores en jefe que se integran a un nuevo equipo. Además él vive el proceso de transición de fútbol americano universitario a profesional, con el único equipo que tendrá nuevo entrenador en jefe, nuevo quarterback titular y nuevos coordinadores.
Ante la salida de jugadores incondicionales como Cam Newton, Greg Olsen, Luke Kuechly y Trai Turner, las Panthers son el único equipo en la NFL cuyo plantel registra una cantidad de jugadas menor a la mitad del total de la temporada pasada (49.9%), con la cifra más baja de la liga a la defensiva (35%) y la tercera más baja a la ofensiva (58%).
El coach de los Raiders, Jon Gruden, puede identificarse con esa situación. Pese a que los Raiders retuvieron a la mayor cantidad de jugadores de su ofensiva (94%) de la temporada pasada, siendo el novato Henry Ruggs III en único nuevo titular proyectado en el ataque, la defensiva es otra historia. Los Raiders al parecer tendrán al menos cinco nuevos titulares en ese grupo, todo ello mientras el equipo se adapta a su nuevo entorno tras la mudanza de Oakland a Las Vegas en el periodo entre temporadas.
El concepto de continuidad puede ser visto desde diferentes aristas, por supuesto. En Minnesota, la defensa, que ha sido la columna vertebral del equipo en las siete temporadas del coach Mike Zimmer, se ubica este año apenas en el lugar 19 de la NFL en cuanto a estabilidad, con el 62.6% de experiencia en jugadas en 2019. Los Vikings han reemplazado a cinco de sus titulares.
Menos de un tercio de la liga regresará con el mismo entrenador en jefe, coordinador y quarterback del año pasado.
“El cambio parece ser una constante en esta liga”, subrayó el quarterback Kirk Cousins, que se enfila a su novena temporada en la NFL y su tercera con los Vikings de Minnesota. “Es raro tener continuidad, pero uno agradece cuando la tiene”.