Yahoo.- Casi todo el mundo ha pasado por una ruptura. Cuando eres tú quien ha tomado la decisión de dejarlo, comunicar la noticia a tu pareja puede llegar a ser lo más difícil que has hecho nunca. Y más aun cuando estás a punto de conocer a sus padres.
¿Cuándo es el mejor momento para hacerlo? ¿Y la mejor manera? ¿Me estaré equivocando? ¿Debería darle otra oportunidad?
Esta es la idea de la que parte la nueva película de Netflix Estoy pensando en dejarlo (en Latinoamérica Pienso en el final), pero lo nuevo del siempre interesante Charlie Kaufman no es lo que parece, sino algo mucho más complejo y enrevesado que esta simple premisa romántica: una pesadilla existencialista que confunde, fascina y tiene el poder de dividir fuertemente a la audiencia. ¿Merece la pena verla?
Charlie Kaufman guarda un lugar especial en la memoria cinéfila gracias a varias películas que lo consagraron como uno de los guionistas más inteligentes y estimulantes del cine reciente. Sus colaboraciones con Spike Jonze y Michel Gondry marcaron el pulso del cine indie de entre finales de los 90 y la primera década del siglo XXI. Con Cómo ser John Malkovich, Adaptation. (El ladrón de orquídeas) y ¡Olvídate de mí!, Kaufman demostró tener un don muy especial y una voz muy particular para contar historias, lo que le llevó a ser nominado al Óscar por las tres, ganándolo por la última.
Su debut en la dirección, Synecdoche, New York, así como su segunda película como realizador, Anomalisa, no causaron el impacto de sus trabajos como guionista y pasaron más bien desapercibidas para el público, a pesar de que la segunda fue nominada al Óscar a Mejor Película de Animación entre otros muchos laureles. Esto le llevó a perder el interés por la dirección durante un tiempo, pero la oportunidad de estrenar en Netflix le hizo ver las cosas de otra manera. En la plataforma de streaming no hay taquilla, la película no desaparece si no recauda mucho dinero, está ahí de forma permanente para quien quiera descubrirla, y por tanto, la presión es distinta (/Film).
Así es como Kaufman decidió sentarse de nuevo en la silla del director para realizar la adaptación de la novela de Iain Reid, Estoy pensando en dejarlo (I’m Thinking of Ending Things), un viaje en carretera que se transforma en un surrealista y oscuro thriller psicológico en el que todo es posible y donde el espectador que se suba en el coche con los protagonistas se verá obligado a encarar la realidad de su propia existencia.
La película cuenta la historia de una mujer (Jessie Buckley) que está buscando la manera de romper con su novio (Jesse Plemons). Llevan poco tiempo juntos, pero su relación se deteriora rápidamente y para ella ya está claro que él no es el hombre de su vida, a pesar de tener bastantes virtudes. La situación se complica durante una visita a casa de los padres de él (Toni Collette y David Thewlis) en pleno temporal de nieve. Lo que comienza como un encuentro incómodo acentuado por el extraño comportamiento del matrimonio, no tarda en convertirse en una experiencia absolutamente desconcertante para la mujer, que observa cómo el tiempo y la realidad empiezan a jugarle malas pasadas hasta hacerle perder la noción de sí misma.
Cualquiera que esté familiarizado con el trabajo de Kaufman sabrá más o menos qué se va a encontrar en Estoy pensando en dejarlo. Su estilo se caracteriza por fusionar realidad y ficción en busca de un significado mayor de las cosas, para lo que pone delante del espectador un rompecabezas que obliga a pensar y cuestionarse todo, y que en cierto modo nos hace partícipes de la película. Su capacidad para retorcer las historias y llenarlas de capas se repite en este trabajo, en el que Kaufman vuelve a convertir a sus personajes en títeres con los que reflexiona sobre temas como la soledad, el paso del tiempo, el trauma, cómo nos condiciona el pasado, la identidad cultural y por supuesto, las relaciones.