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Pareja de Assange dice que las imputaciones de EEUU son una maniobra de Trump

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En un comunicado, la abogada de 37 años, nacida en Suráfrica y con nacionalidades sueca y española, señala, como también argumenta la defensa de Assange, que las extradiciones “por motivos políticos” están prohibidas en el tratado extraditorio británico-estadounidense.

Londres, EFE.- La pareja de Julian Assange y madre de dos de sus hijos, Stella Moris,  denunció este domingo que las acusaciones de Estados Unidos contra el fundador de WikiLeaks son “delitos políticos” y responden a un “acto político” del Gobierno del presidente Donald Trump.

Moris, que en abril reveló su relación con el australiano, pidió a la Justicia británica que rechace su extradición al término del juicio de cuatro semanas que se reanuda mañana en la corte penal londinense de Old Bailey, donde comparecerá el procesado.

En un comunicado, la abogada de 37 años, nacida en Suráfrica y con nacionalidades sueca y española, señala, como también argumenta la defensa de Assange, que las extradiciones “por motivos políticos” están prohibidas en el tratado extraditorio británico-estadounidense.

Sostiene que, si se le entrega por las filtraciones de WikiLeaks en 2010 y 2011, que destaparon crímenes de guerra de EE.UU. en Irak y Afganistán, se sentará un precedente “para las libertades de prensa y expresión”, que afectará a todos los periodistas.

Al inicio del proceso en febrero, el abogado defensor, Edward Fitzgerald, explicó que Estados Unidos reabrió el caso en 2017 después de que el Gobierno de Barack Obama decidiera no imputar al periodista por las revelaciones de su portal digital, precisamente por el precedente que sentaría para la libertad de prensa.

Dijo que existen pruebas de que Trump ofreció el indulto a su cliente -que fue espiado a petición de Washington cuando estaba en la embajada de Ecuador en Londres- si negaba la implicación de Rusia en una filtración de correos electrónicos en 2016 que perjudicó a su rival política, la demócrata Hillary Clinton.

La fiscalía, en representación de EE.UU., negó por su parte que se reclame a Assange por su labor de periodista (negó que lo sea, aunque tiene carné) y aseguró que se trata de un caso de “pura criminalidad”.

En su comunicado, Moris lamenta que su novio, que cumple prisión preventiva en la cárcel de Belmarsh (sureste de Londres), afronta el juicio sin haber podido comunicarse con sus abogados en los últimos seis meses, por la pandemia.

Critica además que Estados Unidos cambiara su auto de procesamiento a última hora y emitiera en agosto una nueva petición de extradición en la que amplía la base de sus acusaciones, si bien mantiene los mismos 18 cargos emitidos en 2019 de espionaje y conspiración para la intrusión informática.

A nivel personal, Moris explica que pudo visitar a Assange, con sus hijos pequeños Gabriel y Max, hace dos semanas, por primera vez desde el confinamiento, cuando lo encontró “mucho más delgado que la última vez”.

“Tenía muchos dolores y no estaba bien de salud”, dijo, y explicó que en Belmarsh ha estado “confinado en su celda hasta 24 horas, sin estimulación intelectual”.

La abogada ha puesto en marcha una página en internet de recaudación de fondos para sufragar los costes del juicio, que ascienden ya a más de 500.000 libras (561.000 euros) -aunque su equipo trabaja pro bono o por remuneración mínima-, con la que ya ha logrado más de 100.000 libras (112.000 euros).

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