Johannesburgo, EFE.- El Ministerio de Seguridad de Sudáfrica anunció este lunes la detención de cinco sospechosos por el asesinato del portero y capitán de la selección sudafricana de fútbol Senzo Meyiwa, crimen que conmocionó al país justo hace seis años.
Los arrestos se realizaron esta misma mañana en las provincias sudafricanas de Gauteng (centro) y de KwaZulu-Natal (este) y se cree que uno de los detenidos es quien disparó el arma de fuego que acabó con la vida de Meyiwa.
No todos los sospechosos, sin embargo, estuvieron presentes en la escena del crimen, ocurrido en el este de Johannesburgo en la noche del 26 de octubre de 2014.
«El Servicio de Policía de Sudáfrica y el equipo fiscal tienen confianza en que tienen un caso indiscutible contra los cinco sospechosos», afirmó hoy el ministro de Seguridad sudafricano, Bheki Cele, en Pretoria en una rueda de prensa posterior a la operación policial.
«En este punto no podemos desvelar ninguna información más, dado que las investigaciones están aún en curso y no se pueden descartar más detenciones», agregó el funcionario.
Meyiwa, de 30 años en el momento del crimen, había debutado como portero de la selección sudafricana de fútbol -más conocida como Bafana Bafana- solo un año antes de su muerte.
En las semanas antes del asesinato, el portero había consolidado no solo su titularidad, sino también la capitanía del combinado nacional.
Meyiwa se desempeñaba, además, como capitán de los Orlando Pirates, uno de los equipos más populares del país.
El 26 de octubre de 2014, hombres armados irrumpieron en la casa de su novia, la cantante Kelly Khumalo, ubicada en el barrio de Vosloorus del East Rand de Johannesburgo, con la intención de robar.
Según los detalles que trascendieron entonces, Meyiwa recibió una bala al intervenir para intentar proteger a su novia.
El portero era uno de los futbolistas más carismáticos y populares de Sudáfrica, y aparecía frecuentemente en los tabloides nacionales debido a su relación con Kelly Khumalo.
Su asesinato no solo causó una tremenda consternación en el país y en el mundo del fútbol, sino que enardeció el debate sobre el grave problema de la inseguridad en Sudáfrica.
La falta de avances en el caso durante tantos años, además, azuzó las dudas sobre la eficacia de la Policía.