Yahoo.-Con la mirada puesta en recuperar a un electorado que según las encuestas hoy está más a favor del candidato demócrata Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, protagonizó ayer dos actos de campaña y dijo que la izquierda intenta «destruir el estilo de vida estadounidense».
En eventos en Michigan y Wisconsin, dos estados del centro norte que fueron decisivos en su victoria en 2016, el mandatario afirmó que lo que su contrincante quiere es «borrar la historia estadounidense» y «purgar los valores estadounidenses». Asimismo aseguró, sin fundamento, que Biden, podría poner en peligro a las comunidades.
«Es difícil encontrar un presidente de EE.UU. que haya tratado con más desinterés y desánimo a América Latina que Donald Trump»
En su intento por energizar a su base de simpatizantes e impedir que los electores neutrales le den la espalda, Trump intentó pintar a los demócratas como «radicales antiestadounidenses» y señaló que los votantes moderados tienen «un deber moral» de sumarse al Partido Republicano. «El Partido Demócrata que conocieron alguna vez no existe», afirmó.
Fue lo mismo en tema tras otro. Indicó que la elección de Biden podría causar «la mayor depresión en la historia de nuestro país» y «convertir a Michigan en un campo de refugiados». Cuando abordó la crisis de coronavirus, Trump advirtió que Biden podría «paralizar al país, demorar la vacunación y prolongar la pandemia».
Los comentarios del presidente, en el centro de la polémica por su manejo de la pandemia de coronavirus, crisis a la que minimiza desde marzo e incluso pese a haber estado enfermo, tuvieron lugar en momentos en que su equipo de campaña, con muchos menos recursos económicos que el de Biden, se enfocó en la publicidad televisiva principalmente en el centro norte, para orientarse en gran parte hacia los estados del Cinturón del Sol como Florida, Carolina del Norte, Arizona y Georgia.
Un día antes, el viernes, en Macon, Georgia, Trump lanzó comentarios contra los migrantes latinoamericanos al afirmar que los demócratas «inundarán sus comunidades con [inmigrantes] ilegales, drogas y crimen».
«Es hora de que enviemos un mensaje a estos ricos hipócritas liberales» aseveró y llamó a los periodistas «enemigos del pueblo».
Por último, cerró: «Competir contra el peor candidato en la historia de las presidenciales pone presión sobre mí. ¿Se pueden imaginar si pierdo? ¿Qué haré? No me sentiré muy bien. Quizás me tenga que ir del país. No lo sé».