Kabul, EFE.- Al menos 28 miembros de las fuerzas de seguridad afganas murieron este miércoles en un ataque masivo de los talibanes en una provincia insegura del noreste de Afganistán, en el que también hubo un número indeterminado de víctimas insurgentes.
El ataque, perpetrado por un gran número de talibanes, se inició alrededor de la 1.30, hora local (21.00 GMT del martes), en los distritos de Baharak y Khawaja-Ghar de la provincia de Takhar.
“En el distrito de Baharak, lamentablemente más de 25 miembros de las fuerzas de seguridad, incluido el subjefe de seguridad de la provincia, murieron y varios otros resultaron heridos”, afirmó a Efe el portavoz del gobernador de Takhar, Jawad Hijri.
Los oficiales abatidos formaban parte de un contingente de las fuerzas de seguridad que fue enviado a Baharak el martes por la noche para hacer frente al ataque de los talibanes.
Otros tres miembros de las fuerzas afganas murieron y varios policías resultaron heridos en otro ataque de los insurgentes en el distrito de Khawaja-Ghar, de la misma provincia.
“El número de muertos puede aumentar en las próximas horas ya que todavía se producen enfrentamientos esporádicos en estas áreas”, dijo Hijri.
El portavoz aseguró que los talibanes también sufrieron bajas en los enfrentamientos, aunque no pudo precisar el número exacto.
Un funcionario de seguridad de Takhar dijo a Efe, en condición de anonimato, que las fuerzas afganas continúan evacuando a los heridos de la zona.
“El número de muertos entre las fuerzas de seguridad durante los enfrentamientos de anoche es superior a 28. Hay bajas tanto entre la policía como entre los miembros del Ejército”, dijo, sin aportar más detalles.
Durante las últimas 24 horas ha habido enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad y los talibanes en otras 25 provincias afganas.
“En los contraataques de las fuerzas de seguridad (en las últimas 24 horas), 116 combatientes talibanes murieron y 39 más resultaron heridos”, dijo en un comunicado el Ministerio de Defensa.
Los enfrentamientos armados y el nivel de violencia han ido en aumento en todo el país pese a que tanto el Gobierno afgano como los talibanes afirman que sus combatientes están en una posición defensiva para ayudar al desarrollo de las conversaciones nacionales de paz que tienen lugar en Doha.
Las delegaciones del gobierno afgano y los talibanes han estado en contacto durante el último mes en Doha sin que hasta el momento hayan logrado ponerse de acuerdo sobre las regulaciones para el desarrollo de un diálogo que busca poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.