EFE, TEGUCIGALPA.- Honduras cerró este martes todos sus ejes carreteros por las intensas lluvias a causa de la tormenta tropical Iota, que está entrando por el oriente del país, mientras que su presidente, Juan Orlando Hernández, le pidió a sus compatriotas que se mantengan en “cadenas de oración”., informaron este miércoles medios locales.
En un comunicado, la Secretaría de Seguridad ordenó que se proceda a partir de las 18:00 horas locales (00:00 GMT) “al cierre de todos los ejes carreteros a nivel nacional”, hasta las 07:00 del miércoles (13:00 GMT) “con el único fin de salvaguardar la vida de la población”.
“Solicitamos a todos los sectores acatar las disposiciones tomadas por las autoridades y prestar la colaboración en los procesos de evacuación y traslado a albergues habilitados. Esta medida podría extenderse de acuerdo con las evaluaciones realizadas por los entes competentes”, indicó la Secretaría de Seguridad.
El presidente Hernández, por su parte, le pidió a los hondureños “mantenerse en cadenas de oración en este momento por las miles de familias afectadas” por el temporal lluvioso que vive el país.
LLUVIAS SON MÁS INTENSAS
A medida que Iota se ha venido acercando al país, después de entrar el lunes a Nicaragua convertido en huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, las precipitaciones en Honduras han sido más intensas en todo el país, aunque en el centro, donde se localiza Tegucigalpa, la capital, han sido menos copiosas.
Las lluvias han causado el desborde de algunos ríos e inundado partes bajas, dejando incomunicadas varias regiones, además de destruir parcialmente puentes y romper carreteras.
También se han producido deslizamientos de tierra y el derribo de árboles, que en algunos casos han arrastrado tendidos del servicio eléctrico, por lo que varias comunidades llevan varias horas sin energía.
En Tegucigalpa, que es cruzada por el caudaloso río Choluteca, que divide a la ciudad con su vecina Comayagüela, hoy se ordenó el cierre del paso por todos los puentes, para evitar eventuales tragedias por la saturación del suelo que dejó hace dos semanas la depresión tropical Eta, que también fue huracán categoría 4 y de igual modo entró por Nicaragua.
El extenso valle de Sula, en el norte del país, que quedó inundado por las torrenciales lluvias que dejó Eta hace dos semanas, de nuevo está siendo golpeado por las crecidas de ríos caudalosos como el Ulúa y Chamelecón, que nacen en el occidente.
En esa zona, se prevén más lluvias en lo que resta del día, por lo que el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) advirtió que está noche, el miércoles y jueves, el Ulúa y el Chamelecón aumentarán su nivel, por lo que se espera una inundación mayor.
Las autoridades de la Sinager y la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) lamentaron hoy que muchas personas, a nivel nacional, no están acatando la ordenanza de evacuar sus comunidades, porque su vida está en peligro.
Iota, calificado por el Centro Nacional de Huracanes, de Miami, Estados Unidos, como “catastrófico”, está entrando por el oriental departamento de El Paraíso y se prevé que el miércoles deje Honduras y luego salga al Pacífico, por El Salvador.
Hace dos semanas, Eta dejó en Honduras más de 70 muertos, 2,9 millones de personas, más de 85.000 personas evacuadas, muchas regiones inundadas y pérdidas materiales y económicas que aún no han sido cuantificadas, pero que podrían superar los 3.000 millones de dólares, según analistas.