EFE, ESTADOS UNIDOS.– Facebook respondió este miércoles a las demandas antimonopolio presentadas en su contra por el Gobierno federal y las autoridades de 48 estados y dijo que ignoran los efectos que tendrán sobre la comunidad empresarial y los usuarios de sus servicios.
“Tras haber aprobado nuestras adquisiciones hace años, ahora el Gobierno quiere un segundo intento sin importarle el impacto que un precedente así tendría para el conjunto de la comunidad empresarial o para la gente que elige usar nuestros productos cada día”, indicaron desde la red social en un comunicado.
Prácticamente en paralelo, la Comisión Federal del Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) y los fiscales generales de 48 estados dieron a conocer este miércoles sendas acciones judiciales contra la compañía que dirige Mark Zuckerberg.
Ambas acusan a Facebook de privar a los consumidores de los beneficios de un mercado competitivo y de mejores protecciones de privacidad mediante la adquisición de dos de sus principales competidores, Instagram y WhatsApp.
Entre las medidas que buscan destaca la posibilidad de que los tribunales fuercen a Facebook a deshacerse de esas dos populares aplicaciones, que compró por miles de millones de dólares.
“Durante casi una década, Facebook ha usado su dominio y poder de monopolio para aplastar a rivales más pequeños y terminar con la competencia, todo en perjuicio de los usuarios cotidianos”, señaló la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, que lideró la demanda estatal.
El director de la Oficina de Competencia de la FTC, Ian Conner, apuntó en un comunicado que el objetivo del Gobierno es frenar la “conducta de Facebook” y “restaurar la competencia” en el mercado.
La empresa californiana pagó en 2012 unos 1.000 millones de dólares para hacerse con Instagram y en 2014 desembolsó 19.000 millones para comprar WhatsApp, ambas operaciones aprobadas en su momento por la misma agencia reguladora, la FTC, que ahora presenta la demanda.
Las autoridades defienden que con esas compras Facebook ha podido controlar la competencia, dictar los términos para los desarrolladores que usan esas plataformas y ganar miles de millones de dólares con la venta de publicidad.