EFE,WASHINGTON.- El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, comenzó este miércoles la jornada de su toma de posesión del cargo asistiendo a un oficio religioso en un templo católico de Washington.
Biden y su esposa, Jill, acudieron a primera hora a la Catedral de San Mateo Apóstol, en el centro de Washington, siguiendo una tradición de todos los presidentes entrantes en la jornada de su investidura presidencial.
Al matrimonio lo acompañaban la vicepresidenta electa, Kamala Harris, y su esposo, Douglas Emhoff, así como los líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso y otros legisladores.
Entre ellos estaban los líderes del Senado, el republicano Mitch McConnell y el demócrata Chuck Schumer, así como a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, y el líder de la minoría republicana de la Cámara Baja, Kevin McCarthy.
La elección de la Catedral de San Mateo Apóstol se debe a que Biden es católico, de hecho es el segundo presidente católico en la historia de los Estados Unidos, después de John F. Kennedy.
La visita de los Biden a la iglesia se produjo mientras el presidente saliente, Donald Trump, abandonaba la Casa Blanca en el helicóptero presidencial y luego pronunciaba unas palabras de despedida a sus seguidores en la base aérea Andrews, a las afueras de Washington, antes de partir rumbo a su mansión privada en Palm Beach (Florida).
Con esto, Trump rompió la tradición de esperar en la Casa Blanca a su sucesor para darle la bienvenida antes de acudir ambos a la ceremonia de investidura, que se celebrará cuando él ya esté en Florida.
Trump no ha reconocido su derrota en las elecciones de noviembre pasado y no se ha retractado nunca de sus denuncias infundadas de haber sido objeto de un “fraude electoral”.
Con la salida de Trump de la Casa Blanca, concluyen cuatro años turbulentos marcados por la polémica en los que pasará a la historia como el primer presidente de EE.UU. al que se le han abierto dos procesos de enjuiciamiento político, el segundo de los cuales está aún pendiente de ventilarse en el Senado. EFE