EFE.- El año 2020 finalizó con el estreno de la serie documental “Rompan Todo”, una radiografía sobre la música rock en América Latina, pasando por los procesos políticos y sociales que se vivieron desde la década de 1950, hasta los actuales tiempos, en países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia, México, entre otros con pequeñas pinceladas.
Con seis episodios, la plataforma de contenidos por streaming Netflix, resalta lo sucedido durante más de seis décadas en un género que más que musical, ha sido considerado como revolucionario e ideológico.
Entre los participantes están Andrés Calamaro, Charly García, Café Tacvba, Vicentico, Fito Páez, Mon Laferte, Beto Cuevas, Los Jaivas y Julieta Venegas y unos pocos más, aunque también hacen referencias a otros artistas o agrupaciones que se desarrollaron durante más de medio siglo en el continente y otras partes.
Si bien es cierto que este audiovisual es un aporte a la historia y la cultura regional, no es menos cierto que esta producción pudiese pasar como un material propagandístico de quien es uno de sus productores y conductores, Gustavo Santaolalla.
Santaolalla, integrante de la agrupación Bajofondo, ha sido una pieza clave en el desarrollo de mucha de las música que a ritmo de rock se han producido de habla hispana, lo que lo ha hecho merecedor de nominaciones y estatuillas en premios como los Latin Grammy, Grammy y Oscar.
Este productor y músico tuvo influencia en casi un 75 % de los artistas que hace referencia Rompan Todo, lo que podría verse como un interés marcado en el vínculo realizadores y protagonistas.
Aunque el género documental pudiese ser sinónimo de realidad, esta realidad se pudo ver condicionada, ya que temas como “Lamento Boliviano”, de los argentinos Enanitos Verdes no tuvo ninguna connotación en el soundtrack del largometraje, pieza que para toda una generación se convirtió en un himno.
Rompan Todo es claramente una pieza histórica del rock latinoamericano, pero lo poco entendible es de porque hacer referencia, de alguna manera a artistas influyentes de otros idiomas y continentes, como los europeos, en lo que están los Rodríguez, Radio Futura, Mecano y dejar fuera de forma inexplicable a quien pudiesen ser la banda española más influyente, Héroes del Silencio y a su vocalista con carrera en solitario Enrique Bunbury.
No solo el sacrificio a los intérpretes de “Maldito Duende”, también agregar otro nombre como Jarabe de Palo, con una trayectoria que todos los amantes de la música en español conocen.
Algo que tampoco ha tenido razón, es usar de portada promocional a René Pérez (Residente), que aunque ha tenido influencia en el rock, géneros caribeños, tropicales y urbanos, no es la referencia o líder de la música pesada en Latinoamérica.