EFE, París.- La crisis del coronavirus que ha hundido la actividad aérea en todo el mundo lastró en 2020 los resultados financieros de Airbus, que se anotó unas pérdidas de 1.133 millones de euros, un 16,8 por ciento menos que los 1.382 millones que perdió en 2019.
El grupo aeronáutico europeo, por tanto, mejoró su resultado neto debido a que en 2019 incluyó en sus cuentas varias provisiones excepcionales, como multas y resultados extraordinarios negativos por el programa del avión de transporte militar A400M.
La evolución de su actividad ordinaria en 2020 queda reflejada en el resultado neto operativo (Ebit), que pasó de los 1.339 millones de euros de 2019 a una pérdida de 510 millones el ejercicio siguiente.
La razón principal hay que buscarla en el que es, con diferencia, su principal negocio: la venta de aviones civiles. En un año en que la actividad de la aviación comercial se desplomó un 66 % en el mundo, Airbus entregó 566 aeronaves, frente a los 863 un año antes.
El choque fue todavía más duro en lo que se refiere a los pedidos netos obtenidos (descontando cancelaciones), ya que se pasó de 768 en 2019 a solo 268.
En abril, Airbus había tenido que anunciar una serie de medidas de ajuste para adaptar su producción a la nueva realidad y en junio esas adaptaciones se convirtieron en un plan de reestructuración para recortar 15.000 empleos en la división de aviones comerciales.
A esos 15.000 se venían a sumar 2.000 supresiones adicionales previstas desde febrero (antes de que se hicieran sentir los efectos de la pandemia).
El consejero delegado, Guillaume Faury, explicó hoy que el plan de reestructuración ha avanzado. A finales de 2020 faltaba buscar soluciones para 7.500 personas concernidas en las negociaciones con los representantes de los trabajadores.
Eso incluye recolocaciones en la propia empresa, que estarán también en función de las inversiones en investigación y desarrollo (I+D) que puedan hacer los gobiernos en programas del grupo europeo.
La reestructuración supuso el pasado año un lastre financiero de 1.202 millones de euros
Faury insistió en los mensajes de prudencia sobre la situación actual y sobre el futuro próximo porque «la pandemia no ha terminado» y seguirá siendo una realidad al menos una buena parte de 2021, un ejercicio sobre el que planean «muchas incertidumbres».
El máximo responsable de Airbus no espera una recuperación en el mercado de la aviación hasta 2023-2025. Eso dependerá no solo de la evolución epidémica, sino de las medidas de restricción a los viajes que tomen los gobiernos y de la forma -más o menos coordinada- en que se levanten.
De entrada, el fabricante aeronáutico europeo cuenta quedarse este año en un nivel de entregas de aviones equivalente al de 2020 porque -en palabras de Faury- «están limitadas por la demanda».
En esa línea, confirmó que el incremento de la cadencia de producción será, como la compañía había advertido en enero, más lento de lo que inicialmente se había anticipado y solo afectará a la fabricación de los aviones de pasillo único, ya que el mercado de los grandes modelos -utilizados para vuelos de larga distancia- todavía tardará más en despegar.
En la familia A320 de pasillo único, habrá que esperar al tercer trimestre para pasar de los 40 aviones que salen mensualmente de sus cadenas de montaje a 43, y en el cuarto trimestre el ritmo subirá hasta 45 cada mes.
Otra muestra de la prudencia en las proyecciones es el objetivo de Ebit ajustado para este año, que se queda en 2.000 millones de euros, después de los 1.706 de 2020 y sobre todo los 6.946 millones de 2019.
Los mercados reaccionaron con una cierta decepción ante los resultados y, en particular, ante los objetivos de Airbus. Sus acciones bajaron más del 3 % desde la apertura de la Bolsa de París y retrocedían más del 3,5 % a media sesión.
Entre las buenas noticias de la cuenta de resultados de Airbus en 2020 está el comportamiento de sus dos divisiones menores, las de helicópteros y de defensa y espacio.
En contraste con los 1.794 millones de euros negativos de Ebit en la aviación comercial, en los helicópteros el resultado neto operativo subió un 10 % hasta 455 millones. En el negocio de defensa y espacio, el Ebit pasó de los 881 millones de euros negativos en 2019 a 408 positivos en 2020.