EFE, Fráncfort (Alemania) .- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) discutirá el jueves la subida de los rendimientos de la deuda soberana, que puede crear condiciones de financiación más desfavorables para las empresas y hogares.
Los analistas y mercados prevén que el BCE mantendrá los estímulos monetarios y esperan con gran atención a las declaraciones de su presidenta, Christine Lagarde, sobre el aumento de la rentabilidad de la deuda del Tesoro estadounidense y de los bonos soberanos europeos.
El BCE optará por las intervenciones verbales y aprovechará que el programa de compra de deuda por la pandemia es flexible para ajustar las compras de deuda soberana de cada país según qué ocurra en los mercados.
Los mercados esperaban que el BCE aumentaría el volumen semanal de compras de bonos de emergencia por la pandemia para frenar la subida de los rendimientos de la deuda soberana, pero la semana pasada compró bonos por valor de 11.898 millones de euros, incluso, menos que la semana anterior (12.037 millones de euros).
Unas compras semanales de entre 17.000 y 18.000 millones de euros se consideran neutrales, pero el BCE ha comprado menos deuda de lo habitual por segunda semana consecutiva, mientras algunos de sus miembros, incluida Lagarde, advertían de los riesgos si empeoraban demasiado pronto las condiciones de financiación por la subida de la rentabilidad de la deuda soberana.
Hace dos semanas el volumen neto de compras de deuda disminuyó por el vencimiento de bonos adquiridos anteriormente por valor de casi 5.000 millones de euros y lo mismo pudo ocurrir la semana pasada, cuando vencieron bonos soberanos por valor de 6.300 millones de euros, por lo que el volumen de compra de deuda la semana pasada fue de 18.200 millones de euros y la anterior de 16.900 millones de euros, señalan los analistas de UniCredit.
El BCE publicará el jueves también sus nuevas proyecciones macroeconómicas trimestrales, de crecimiento e inflación, que podrían ser revisadas al alza.
En diciembre pronosticó un crecimiento del 3,9 % en 2021, del 4,2 % en 2022 y del 2,1 % en 2023, con una inflación del 1 % en 2021, del 1,1 % en 2022 y del 1,4 % en 2023.
La economista para DWS Ulrike Kastens comenta que «el aumento de los precios de las materias primas, una tasa de inflación superior a la prevista en la zona del euro y la cuestión de si el paquete fiscal estadounidense acabará por impulsar la inflación, han provocado un aumento de los rendimientos nominales, lo que ha puesto líneas de preocupación en la frente del Consejo de Gobierno del BCE».
«Las condiciones de financiación abarcan un amplio espectro, como los tipos de interés de los préstamos, pero también la curva de swaps sobre índices a un día (OIS) y la curva de rendimiento de la deuda pública ponderada por el producto interior bruto (PIB), factores que, a su vez, también constituyen la base para fijar el precio de los préstamos a empresas y hogares», recuerda Kastens.
Por lo tanto, espera que Lagarde haga hincapié en la flexibilidad del programa de compras de deuda de emergencia por la pandemia, dotado hasta ahora con 1,85 billones de euros, especialmente en lo que se refiere a un posible aumento si fuera necesario en el futuro.
El gestor senior de cartera de tipos del euro de Pimco Konstantin Veit tampoco espera cambios en la política monetaria.
«El BCE está en piloto automático y considera que la configuración actual de las herramientas de política monetaria ofrece suficiente apoyo y flexibilidad», considera Veit.
Pero también prevé que el BCE haga hincapié en el compromiso de mantener unas condiciones de financiación «favorables».
Nomura concluye que el BCE no tolerará una subida de los rendimientos nominales en las próximas semanas, al menos no hasta que esté justificada por unas mayores presiones sobre los precios, una relajación de las restricciones del COVID-19 y sorpresas al alza en el crecimiento.