Madrid, EFE.- El Atlético de Madrid-Real Madrid puede considerarse el derbi de la verdad porque marcará la jornada 26 de La Liga y, en buena parte, el desenlace del campeonato , ya que una victoria atlética aumentaría su ventaja sobre los blancos a ocho puntos y todavía con un partido pendiente.
Las diferencias entre el grupo del argentino Diego Pablo Simeone y del francés Zinedine Zidane parecen más patentes a medida que se acerca el choque. Los rojiblancos llegan a este tras acabar con dos malos resultados seguidos la jornada pasada ante el Villarreal con su portería a cero, algo que el Real Madrid no pudo hacer para sumar un punto in extremis contra la Real Sociedad este lunes.
Las ganas de revancha de la primera vuelta; la efectividad del Metropolitano donde el Atlético solo ha perdido un partido de Liga -con el Levante-, y la reivindicación de Joao Felix junto a la recuperación del belga Yannick Carrasco y el final de la sanción del inglés Kieran Trippier suenan de entrada como puntos a favor de los locales.
Los blancos por contra siguen muy condicionados aún por su plaga de lesiones. Karim Benzema apura para que su equipo vuelva a tener referente arriba, tras recuperar al uruguayo Fede Valverde y a los brasileños Rodrygo, Marcelo y Militao.
Al derbi del Metropolitano mirarán Barcelona y Sevilla con compromisos antes en Pamplona y en Elche, una vez resuelta semifinal de la Copa del Rey, con el adiós de los andaluces y a días de reanudar los dos las competiciones europeas.
El Barça jugará en Pamplona impulsado por la remontada en la Copa en el penúltimo paso hacia el título. Ronald Koeman y su equipo reclamarán el protagonismo de lo deportivo frente al impacto del ‘Barça-Gate’ y la detención del expresidente Josep María Bartomeu esta semana en la que los socios eligen nuevo dirigente.
Osasuna espera animado por haberse llevado 3 puntos básicos ante Alavés y por ganar en cuatro de sus últimos seis choques.
El Sevilla tendrá que tragarse el veneno del que anoche habló su entrenador Julen Lopetegui, centrarse en su visita a Elche y dejar atrás las secuelas de su doble tropiezo con el Barça, que hace una semana también frenó su racha de seis victorias ligueras.