EFE.-Fernando Alonso vuelve a la Fórmula Uno con el equipo con el que ganó sus dos títulos aunque renombrado Alpine. Carlos Sainz arranca su sueño en Ferrari. Sergio ‘Checo’ Pérez tendrá un coche competitivo con el Red Bull. Ilusiones renovadas para los pilotos de habla hispana con un denominador común: el rival a batir es Lewis Hamilton.
Este viernes (8:00 horas CET) arrancan los test de pretemporada y lo hacen en un formato más corto del habitual. La pandemia del coronavirus obligó a que se disputaran en Sakhir (Baréin) y no en el lugar habitual de los últimos años como era el Circuit de Barcelona-Catalunya (España) y a que se redujeran a tres jornadas de ocho horas cada una.
Por esto cobra especial importancia lo que se vea sobre el asfalto en mitad del desierto, a pesar de que los equipos no hayan podido evolucionar mucho los coches respecto a la temporada 2020. El chasis tiene que ser mayoritariamente igual, pero cada equipo tiene una cantidad limitada de ‘tokens’ (comodines) para hacer cambios aerodinámicos.
Por esto, y porque son los mejores desde 2014, Mercedes siguen siendo los grandes favoritos. Bueno, Lewis Hamilton, porque Valtteri Bottas no ha estado ni de lejos a su altura en las cuatro temporadas que suman hasta la fecha como compañeros de equipo. Apenas nueve victorias y siempre lejos de ponerle en aprietos.
El británico tiene en el horizonte convertirse en el piloto más laureado de la historia de la Fórmula 1 con ocho títulos mundiales, superando al ‘Kaiser’, Michael Schumacher. Ya tiene los mejores registros en victorias (95), poles (98) y podios (165).
Sus grandes rivales serán, a priori, los dos pilotos de Red Bull. El holandés Max Verstappen y su nuevo compañero, el mexicano Sergio Pérez. Tras la decepcionante temporada del tailandés Alex Albon, la escudería de la bebida energética decidió apostar por la experiencia de un Pérez que, precisamente, se llevó la victoria en el pasado Gran Premio de Sakhir, la primera de su carrera deportiva.
Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull, ya se ha encargado de echar las campanas al vuelo asegurando que su objetivo es llevarse el título a casa y que la marca japonesa Honda ha mejorado su motor hasta ponerlo a la altura de Mercedes. Ahora toca demostrarlo, empezando por los test de pretemporada, porque quien ha estado más cerca en la era híbrida de quitarle un título a la escudería de la estrella ha sido Ferrari.
La histórica marca, eso sí, llega tras un 2020 para olvidar. Sextos en el mundial de constructores y sus dos equipos clientes, es decir, motorizados por Ferrari, finalizaron octavos y novenos. Una penalización de la FIA, de la que hasta el momento no ha habido detalles oficiales, por irregularidades en la unidad de potencia mermó el rendimiento de la ‘Scuderia’.
Un varapalo tras un 2019 en el que se caracterizaban por su gran velocidad punta y un 2018 en el que tan solo los errores del alemán Sebastian Vettel privaron a Ferrari de luchar hasta el final por el título.
Tiempos de cambio en Ferrari para los que optaron por el español Carlos Sainz en lugar del cuatro veces campeón del mundo de F1. El ‘55’ llega a la mítica escudería en el mejor momento de su carrera tras brillar en los dos años que ha estado en McLaren en los que ha liderado el crecimiento de la marca hasta acabar terceros en el mundial de constructores la pasada campaña.