EFE.- El Gobierno de Australia vetó dos acuerdos entre China y la región australiana de Victoria sobre proyectos vinculados a la Nueva Ruta de la Seda, un plan estratégico de Pekín, al alegar la defensa del interés nacional.
El Ejecutivo de Camberra, que ejerció por primera vez los poderes para vetar acuerdos entre las jurisdicciones del país y naciones extranjeras, argumentó su decisión anunciada anoche al incidir en “inconsistencias con la política exterior”
EY, AUSTRALIA.- El Gobierno de Australia vetó dos acuerdos entre China y la región australiana de Victoria sobre proyectos vinculados a la Nueva Ruta de la Seda, un plan estratégico de Pekín, al alegar la defensa del interés nacional.
El Ejecutivo de Camberra, que ejerció por primera vez los poderes para vetar acuerdos entre las jurisdicciones del país y naciones extranjeras, argumentó su decisión anunciada anoche al incidir en “inconsistencias con la política exterior”
Los acuerdos revocados entre Victoria y China se tratan de memorandos de entendimiento suscritos en 2018 y 2019, si bien, apunta la cadena pública ABC, estos no comprometían al gobierno regional con proyectos específicos y no eran legalmente vinculantes.
El gobierno de Australia también revocó sendos convenios entre el citado estado australiano e Irán y Siria, apunta en un comunicado la ministra de Exteriores, Marise Payne.
La canciller señaló este jueves en declaraciones a la ABC que las revocatorias “se centran en los intereses nacionales australianos” y remarcó que “no apuntan a ningún país” en concreto.
La decisión de Camberra se acoge al marco de una ley aprobada en diciembre de 2010 por el Parlamento con el objetivo de proteger los intereses nacionales.
La embajada de China en Camberra, por su parte, criticó el veto y calificó la medida como “otra acción irracional y provocadora de Australia en contra de China”, según un comunicado emitido cerca de la medianoche.
La legación diplomática del gigante asiático remarca que la medida “apunta a dañar más la relación bilateral y solo terminará dañándose a sí misma”.
La decisión del gobierno del primer ministro australiano, Scott Morrison, se da en plenas tensiones entre Camberra y Pekín, que han desembocado en un conflicto comercial con la imposición de aranceles a varios exportaciones australianas a la nación asiática.
El subjefe de la Misión China en Australia, Wang Xining, señaló que la relación comenzó a deteriorarse en 2018 cuando Australia decidió excluir a la empresa de telecomunicaciones Huawei de su red de 5G.
“Australia incluso intentó persuadir a otros a seguirlo”, comentó el diplomático chino el miércoles en una presentación en el Club de la Prensa en Camberra, sin aportar pruebas.
La nación oceánica aprobó una serie de leyes para bloquear la supuesta injerencia extranjera en la política y economía del país, sin citar directamente a China, sobre quien recaen sospechas de posibles ataques informáticos contra universidades y entes gubernamentales.