EFE, tres ex altos cargos estadounidenses llegaron hoy a Taiwán para enviar una señal de apoyo a Taipéi, algo que desató de nuevo las críticas de Pekín, cuyos aviones militares han intensificado en el último mes sus incursiones en la zona de identificación de defensa aérea de la isla en señal de advertencia.
El ex senador Chris Dodd -al que la prensa taiwanesa se ha referido como ‘el mejor amigo del presidente Joe Biden’- y los ex vicesecretarios de Estado James Steinberg y Richard Armitage fueron recibidos esta tarde por el ministro de Exteriores taiwanés, Joseph Wu, a su llegada al aeropuerto taipeiano de Songshan.
La cartera destacó hoy en Twitter que la visita expresa ‘la amistad y el compromiso de Estados Unidos con Taiwán’.
Está previsto que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, reciba mañana, jueves, a los tres ex altos cargos estadounidenses: ‘Esperamos que esta visita fortalezca nuestra asociación’, afirmó hoy Tsai en otro tuit.
‘Los tres interactuaron en el pasado con Taiwán y han mostrado su simpatía por la isla. El nuevo Gobierno estadounidense manda el mensaje de que apoya a Taiwán, aunque también espera que Pekín deje de amenazar a Taipéi’, afirmó hoy el ex ministro de Exteriores taiwanés Chen Chien-jen a la agencia de noticias CNA.
El medio añade que la visita celebrará el cuadragésimo segundo aniversario de la Ley estadounidense para las relaciones con Taiwán, aprobada en 1979 después de que Estados Unidos y la República Popular China establecieran relaciones diplomáticas.
Esta ley autorizó los intercambios no oficiales estadounidenses con la isla, a la que ofreció también garantías de seguridad.
La llegada de la comitiva ha avivado las tensiones entre Washington, Taipéi y Pekín, que hoy presentó una queja formal por la visita y pidió a EEUU que abandone ‘inmediatamente’ cualquier tipo de ‘intercambio oficial con Taiwán’.
‘Esperamos que EEUU trate este tema con prudencia’, afirmó hoy el portavoz de Exteriores Zhao Lijian.
Pekín también acusó a Washington de ‘enviar señales erróneas a las fuerzas independentistas de Taiwán’, dijo el portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Gobierno de China, Ma Xiaoguang.
‘Este es un asunto interno de China y no se permite que interfieran fuerzas externas. Instamos a Estados Unidos a que respete el principio de una sola China (por el cual Taiwán y China formarían un único país)’, agregó.
‘La independencia de Taiwán -expresó el vocero chino- es un callejón sin salida’.
Ma también se dirigió a ‘las autoridades del Partido Progresista Democrático’ (PPD, actualmente gobernante en Taiwán) para advertirles de que ‘usar a EEUU para buscar la independencia, e incluso la arrogante ilusión de usar la fuerza para buscar la independencia, son formas incorrectas y solo llevarán a Taiwán al desastre’.
Taiwán es uno de los puntos clave de fricción entre Washington y Pekín, cuyas críticas llegan después de que el Departamento de Estado estadounidense emitiera la semana pasada nuevas pautas que animan a sus funcionarios a ‘interactuar más libremente con sus homólogos taiwaneses’, una medida que pretende reflejar ‘los lazos cada vez más profundos entre las dos partes’.
El Ministerio de Defensa taiwanés informó este martes de la incursión de cinco aviones militares chinos (cuatro cazas J-16 y un avión de transporte Y-8 equipado con detector de submarinos) en la parte suroccidental de su zona de identificación de defensa aérea (ADIZ, siglas en inglés).
Se trata de la undécima incursión registrada este mes, que el pasado día 12 asistió a la mayor en lo que va de año, cuando 25 aviones chinos se internaron en la ADIZ de Taiwán.
China definió hoy estas acciones como ‘simulacros de combate necesarios dadas las circunstancias’ que tienen como objetivo ‘salvaguardar la seguridad nacional’.
‘Estos ejercicios dejan claro que China no habla solo de boquilla cuando dice que es capaz de contener a los independentistas taiwaneses’, aseveró hoy el portavoz Ma.
Las tensiones entre Pekín y Taipéi aumentaron considerablemente durante el mandato de Trump, que dio prioridad al fortalecimiento de las relaciones con Taiwán, incluida la venta de armas, pese a que en 1979 Washington rompió sus relaciones con la isla en favor de la República Popular.
Taiwán se gobierna de manera autónoma desde 1949 -cuando los nacionalistas del Kuomintang se refugiaron en la isla, tras perder la guerra civil contra los comunistas- aunque Pekín reclama su soberanía y no ha descartado el uso de la fuerza para recuperarla.