Chile frente al peligroso Uruguay en Copa América de fútbol
¿Qué hay de nuevo por estos lares en el deporte de las multitudes? Algunos nombres comienzan a saltar a la palestra, como el alemán Robin Gosens, el escocés Billy Gilmore, el holandés Donyell Malen, el inglés Mason Mount y, por supuesto, el incombustible francés Kylian Mbappé.
Pero en las canchas no hay nada escrito todavía. Ni el aún campeón de la Eurocopa, Portugal, ni el monarca del orbe, Francia, han podido salir a flote en el llamado grupo de la muerte.
El partido entre ambos el miércoles es una prueba de sangre y fuego. Lusos y galos fueron los finalistas en la anterior liza continental con un triunfo in extremis 1-0 en tiempo extra de los primeros.
Las diferencias actuales van desde la edad de Cristiano Ronaldo (36 años, pero tres goles en lo que va de certamen), la madurez de Mbappé y la inclusión de Karim Benzema en Les Bleus. Los dos equipos pasarán a la siguiente ronda, pero importa la posición.
Sería injusto decir que España ha sido una decepción absoluta, aunque los resultados no hablan muy bien de la escuadra ibérica. Dos empates ante Suecia y Polonia dejaron al plantel de Luis Enrique en una situación incómoda.
El miércoles choca con el rocoso Eslovaquia, pero en el escenario menos favorable está en el grupo E, con perspectivas de aportar uno de los mejores terceros de la fase eliminatoria. Necesita más gol si bien es una escuadra en construcción.
Sergio Busquets, ya repuesto de Covid-19, se antoja como la baza salvadora. La habilidad y experiencia del mediocampista del Barcelona pudiera ser crucial en el duelo contra los eslovacos y en la proyección de España.
De momento, la alegría es que hay buen fútbol en Europa con la presencia –limitada- de público. Ya algunos países relajaron las restricciones en cuanto a uso de mascarillas.
Ojalá el balompié marque un antes y un después en torno al nuevo coronavirus.