‘Le diría al presidente Biden que cese, desde la Casa Blanca, la demonización de Venezuela, de la Revolución Bolivariana, y ojalá podamos encontrar caminos de acercamiento, respeto y beneficio mutuo, que permitan regularizar las relaciones’, enfatizó el jefe de Estado.
Asimismo, calificó de política extremista e irracional la implementación de medidas coercitivas unilaterales por parte de Washington, como parte de su estrategia para el denominado cambio de régimen en la nación sudamericana.
Maduro señaló que la calidad de vida de los venezolanos disminuyó sustancialmente debido al impacto del bloqueo económico, comercial y financiero, y de concretarse una mesa de conversaciones, Estados Unidos debería reconocer el carácter criminal e inmoral de tales acciones.
‘Todas las sanciones que, de manera extremista e irracional, fueron aplicadas contra Venezuela para un cambio de régimen no lograron nada’, aseveró el gobernante al rechazar la persecución contra naciones soberanas y las pretensiones de vulnerar su autodeterminación.
Respecto a los esfuerzos por impulsar el diálogo en el país,
indicó que una negociación progresiva entre el Gobierno bolivariano y sectores de la oposición derivará en un gran acuerdo nacional,
Precisó que el proceso de concertación logrará avanzar a través de una agenda de discusión compartida que derive en acuerdos parciales para generar confianza entre las partes, con la participación y observación internacional.
En tal sentido, destacó la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral y la convocatoria a elecciones regionales y municipales como un resultado de la política de negociación entre el Ejecutivo y la oposición, excepto los sectores extremistas que ahora buscan un acercamiento.
Según Maduro, las garantías electorales para propiciar unos comicios transparentes, confiables y verificables, se ampliarán en función del diálogo entre los principales actores políticos del país.