LIMA, Perú 13 jun EFE.- Entre gritos de «fraude» de los seguidores de la derechista Keiko Fujimori y pedidos de «calma» del izquierdista Pedro Castillo, Perú mantuvo este sábado la tensión y la polarización extrema mientras se resuelven las impugnaciones que impiden conocer aún a su próximo presidente.
Fujimori fue la primera en reiterar su denuncia de un «fraude en mesa» y dijo que la «izquierda internacional» está detrás del resultado de las elecciones del pasado domingo, que tienen a Castillo como virtual ganador, a falta de una proclamación oficial por parte del Jurado Nacional Electoral (JNE).
Miles de simpatizantes de la candidata recorrieron calles del centro de Lima en una marcha que al grito de «no al fraude» y «el comunismo va a caer» se encontró en un momento con una nutrida manifestación de seguidores de Castillo, lo que obligó a formar un cordón de agentes policiales para impedir que ocurrieran incidentes.
Mientras se desarrollaban esas movilizaciones, Castillo pidió a sus compatriotas que mantuvieran la «tranquilidad» y a sus seguidores «no caer en la provocación» que eventualmente pudieran lanzar sus opositores.
La denuncia de Fujimori
Durante un encuentro con la Asociación de la Prensa Extranjera de Perú (APEP), Fujimori sostuvo que el partido de Castillo, Perú Libre, habría «infiltrado» las mesas de votación para manipular el resultado, y dijo que su pedido para anular unos 200.000 votos responde a una medida para «conocer la verdad» sobre lo sucedido.
La candidata aseguró que Perú es «el nuevo epicentro de una confrontación entre el comunismo y una economía libre, la izquierda y el centro-derecha, el estatismo y el mercado libre, la libertad de prensa y la libertad de expresión».