EFE.- Difícil resumir trayectoria tan vertiginosa como la de Billie Ray Martin, testimonio musical del último siglo, patrón del soul actualizado, electrónico y moderno, líder de Electribe 101 y solista, que ahora rescata en un EP las remezclas que Frankie Knuckles hizo para la banda, un proyecto del que habla con .
El próximo 9 de julio se publican en formato físico -vinilo y disco compacto- las versiones que del bombazo «Heading for the night» grabó el legendario DJ y productor Knuckles (1955-2014), fundador del ‘house’, ganador de un Grammy e incluido en el Salón de la Fama de la Música Dance.
EL PADRE DEL ‘HOUSE’
Relata Ray Martin cómo eran las discotecas y los Djs los que regulaban qué destino tendrían las canciones. Si se convertirían en éxitos dignos de ser radiados o caían en el olvido. «En un principio la compañía de discos le encargó la remezcla a Frankie de nuestra canción ‘Talking with myself’. Más tarde, eso se convirtió en una especie de amistad y admiración mutua, algo que se mantuvo hasta que inicié mi carrera en solitario y tuve algunos éxitos».
«Frankie seguía ahí, esperándome entre los bastidores de The Sound Factory Bar (populoso club nocturno en Manhattan, Nueva York) a las seis de la mañana con una copa de champán», asevera.
Hace ya 30 años que Electribe 101 colocó numerosos éxitos en las listas de Reino Unido, EE.UU. y Europa. El grupo ofrecía una versión actualizada y moderna de un soul que revitalizaría el género. Su líder, Billie Ray Martin, rescata ahora un trabajo muy deseado por los seguidores de la cantante y compositora alemana que, confiesa, ha supuesto «un esfuerzo de masterización ímprobo. Un desafío y una locura».
Algo que servirá de aperitivo para ese segundo álbum que nunca pudo ver la luz por tensiones en el seno de la banda debidas a desacuerdos con la discográfica y tras el triunfo internacional cosechado por «Electribal Memories» (1990). «Lo estoy deseando», asegura.
«Estoy disfrutando mucho con el hecho de poder usar fotos inéditas y nunca vistas de Lewis Mulatero, diseñador de las portadas y libretos de los sencillos de aquel disco. Tengo un juego entero de negativos que encontró por ahí, en una caja, y yo las llevé a restaurar para ese EP», explica.
Todo ello a pesar de las limitaciones de la industria, que impone condiciones para que algunos autores tengan difusión.