La víspera la cartera sanitaria anunció el inicio de la vacunación en el hospital Justinien de la ciudad de Cabo Haitiano, la segunda urbe del país.
Por el momento, solo seis centros de salud aplican el medicamento de manera gratuita, de ellos cinco se encuentran en la capital.
Las autoridades recibieron a inicios de julio el primer cargamento de vacunas, una donación de Estados Unidos de 500 mil dosis de Moderna, a través del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud.
El principal desafío resulta la negativa de muchos ciudadanos en aplicarse el fármaco y la desconfianza en las autoridades de salud.
‘Yo por ahora no pienso vacunarme, tampoco ninguno de mis familiares, algunos de nosotros pasamos la enfermedad el año pasado y estamos bien’, dijo a Prensa Latina Jackson Henri, quien trabaja como agente de seguridad.
Una reciente encuesta del grupo Safitek Reserch, reveló que el 76 por ciento de los haitianos rechazaría aplicarse la vacuna, y solo el nueve por ciento se aplicaría sin condiciones.
Otro 11 por ciento expresó su disposición a inmunizarse, dependiendo del origen del fármaco y de quien lo administre, mientras el grupo poblacional más ‘reacio’ son aquellos con estudios secundarios o de mayor nivel.
En los últimos meses la tasa de letalidad por Covid-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, aumentó en Haití hasta un 2,69 por ciento, y el MSPP registró desde marzo de 2020 unos 19 mil 918 contagios, de los cuales 535 fallecieron.