En este sentido, el precio del carburante y de otros activos de riesgo se desplomaron al comienzo de la semana por preocupaciones sobre el impacto sobre la economía y la demanda petrolera del aumento de casos de la variante Delta de la Covid-19 en Estados Unidos, Reino Unido, Japón y otras partes.
Ambos contratos cayeron cerca de siete por ciento, pero se recuperaron de dicho declive en medio de esperanzas de los inversores de que la demanda siga fuerte.
Otra de las expectativas se apoya en que el mercado reciba respaldo del descenso de las existencias y el aumento de las tasas de vacunación contra la pandemia.
Por su parte, la dinámica de la oferta y la demanda del mercado del petróleo apunta a un lento repunte de los precios en los próximos meses, tal y como lo apreció Barclays, que elevó sus pronósticos del precio del crudo para 2021 en tres a cinco dólares por barril.