EFE.-Cuando la atleta Laurel Hubbard salió a la plataforma en la sede de halterofilia de los Juegos de Tokio este lunes para alzar 120 kilos, una gran expectación se intuía en el aire: ¿Subirá la primera atleta transgénero al podio?
A diferencia de otras jornadas en esta disciplina, el levantamiento de pesas en categoría más de 87 kilos había congregado a medios de todo el mundo porque ofrecía una insólita actuación en la historia de las Olimpiadas, la primera atleta transgénero compitiendo.