Velázquez informó que el ciclón trae abundantes lluvias intensas en toda la región yucateca y fuertes vientos en los estados de Quintana Roo y Yucatán y olas hasta de cinco metros de altura.
Protección Cívica ordenó el cierre de puertos de Yucatán, y la Comisión Federal de Electricidad desplegó a mil 200 trabajadores y linieros con decenas de grúas y plantas de emergencia en Campeche, Quintana Roo y Yucatán, para restablecer lo más rápido posible las afectaciones que pueda ocasionar el meteoro.
La Comisión Nacional del Agua distribuyó en puntos clave reservas del vital líquido y desplegó medios de atención y técnicos para atender interrupciones del servicio, mientras que Protección Civil ubicó tres misiones de enlace en igual número de estados más afectados sobre todo para atender daños en carreteras.
Hay en la zona 154 ingenieros y técnicos viales con maquinarias pesadas, y en esos mismos lugares dos brigadas de salud con personal capacitado para atender a accidentados.
Cerca de la península, en el estado de Veracruz, donde Grace debe entrar mañana o el sábado por el norte, ya se realizan las operaciones preventivas correspondientes con todos los recursos necesarios como equipos pesados, insumos de emergencia incluidas alimentos, agua y colchas, indicó Velázquez.
El huracán se fortaleció al aumentar sus vientos máximos sostenidos a 80 mph (130 Km/h) y rachas muy superiores y puede ganar más intensidad.
Con el paso de Grace la agonía no termina, pues según la tormenta tropical Henri, que se encuentra en el oeste del Atlántico, está a punto de convertirse en huracán, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes.