El Primer Ministro, que cumplió su primer mes en el cargo el pasado viernes, aseguró que el Gobierno es consciente de la situación y señaló que actualmente enfrentan el desafío de reconstruir la península sur, que anteriormente fue devastada por el huracán Matthew con un saldo de cientos de víctimas.
Unas 2.207 personas murieron como consecuencia del terremoto, más de 12.000 resultaron heridas y 300 siguen desaparecidas en los departamentos del Sur, Grand Anse y Nippes.
El terremoto golpeó zonas montañosas, provocando intensos deslizamientos de tierra que bloquearon carreteras y limitaron la llegada de ayuda a los damnificados, admitieron las autoridades. Haití aún no se ha recuperado del mortal terremoto de 2010, que mató a más de 200.000 personas, desplazó a 1,5 millones de haitianos y derribó los principales edificios estatales del país, incluido el Palacio Nacional.
Once años después, muy pocas de estas infraestructuras han sido reconstruidas, mientras el país se encuentra inmerso en una aguda crisis sociopolítica y económica, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio.
Países como Venezuela, Chile, Panamá, España y otros enviaron ayuda humanitaria, mientras que Cuba desplegó sus médicos en las zonas más afectadas por el terremoto.