EFE.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, acusó este miércoles a «países amigos» de la comunidad internacional de financiar a la oposición, sin presentar pruebas, y manifestó que no permitirá «injerencia de ningún tipo».
El mandatario, sin mencionar a ningún país en específico, lanzó esta acusación en una cadena nacional de radio y televisión pregrabada, de acuerdo con publicaciones de medios locales, a propósito del bicentenario de la independencia de Centroamérica.
El mandatario criticó las marchas que concentraron a miles de salvadoreños la mañana del miércoles para protestar contra su Gobierno.
«Lamentablemente son protegidos por algunos amigos de la comunidad internacional, digo algunos porque no son todos» y «lo triste es que están financiando a una oposición perversa», dijo Bukele ante los embajadores acreditados en el país y acusó a los manifestantes de «vandalizar propiedad privada».
«Aquí no hay una dictadura, sino una democracia que se expresó en las urnas no una, sino dos veces», dijo en referencia a las elecciones de 2019 y 2021.
Defendió la decisión de la Asamblea Legislativa de cesar a los jueces sexagenarios para supuestamente depurar el sistema judicial, aunque la medida aprobada recientemente no establece medidas para combatir prácticas corruptas.
Cuestionó a la comunidad internacional por defender «a jueces corruptos», «terroristas» y «personas que vandalizan».
Esta es la primera vez que públicamente se refiere a su críticos como «terroristas», aunque en discursos anteriores ha hecho referencia a ellos como «enemigos internos».
«A muchos de ustedes les gusta lo que estoy diciendo, a muchos no. Pero esta es una independencia real y al que no le guste, pues tendrá que aguantarlo, porque El Salvador no va a regresar a ser colonia, protectorado, ni va a seguir las órdenes de ningún poder extranjero», añadió.
Agregó: «Vamos a tener nuestras puertas abiertas de par en par para todos los extranjeros que quieran venir y trabajar y contribuir, pero no vamos a permitir injerencia de ningún tipo».
La pandemia de la covid-19 obligó desde 2020 a suspender los tradicionales desfiles de conmemoración de la independencia y miles de salvadoreños aprovecharon la efeméride para protestar contra el Gobierno Bukele por decisiones como la adopción del bitcóin y la deriva «autoritaria» del mandatario, según diversos sectores.
Médicos, jueces, activistas de derechos humanos, veteranos de guerra, estudiantes, feministas y opositores del Ejecutivo de Bukele rechazaron también decisiones de la Asamblea Legislativa, de amplía mayoría oficialista, y la Corte Suprema de Justicia