EFE.-El Centro Tecnológico LEITAT y el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han firmado una alianza para desarrollar y aplicar tecnologías de vanguardia que combinan ingeniería y biología, como la obtención de biotintas para bioimpresión en 3D para crear tejidos humanos que puedan ser trasplantados.
Las biotintas contienen fundamentalmente células, pero también otros componentes biológicos y biomateriales, necesarios para generar estructuras tridimensionales similares a los tejidos humanos, mediante el uso de bioimpresoras 3D.
Actualmente, ya es posible imprimir, por ejemplo, cartílago y piel con esta tecnología, que podría utilizarse para tratar a pacientes que han sufrido lesiones, alguna enfermedad o el desgaste propio del envejecimiento.
Además de ser una alternativa clínica, según los científicos de ambos centros, este sustituto podría reducir la posibilidad de rechazo respecto al trasplante tradicional y contribuiría a aumentar el arsenal terapéutico y garantizar la disponibilidad inmediata de «piezas de recambio» para los humanos.
Los avances en impresión 3D en los últimos años han sido extraordinarios alcanzando un mayor protagonismo en múltiples sectores industriales para diversas aplicaciones de vanguardia, y estableciéndose como pilar fundamental de las llamadas fábricas del futuro, basadas en la digitalización y el uso de las tecnologías 4.0.
La biomedicina ha estado explorando el uso de esta tecnología para el ámbito clínico y ahora, con la colaboración de LEITAT e IBEC, esperan «desarrollar y optimizar un gran espectro de biotintas producidas en grado clínico, aptas para favorecer el desarrollo de nuevas líneas de investigación que transformen el mundo del trasplante y la medicina regenerativa».
Al mismo tiempo, la alianza permitirá convertir a Barcelona «en un polo de atracción para empresas biotecnológicas, start-ups o big farmas que quieran aprovechar este ecosistema», ha explicado el director médico de LEITAT, Esteve Trias.
«Con esta colaboración, queremos obtener soluciones terapéuticas que mejoren significativamente la calidad de vida de las personas que necesitan trasplantes y, en el futuro, nuevos órganos funcionales para una sociedad cada vez más longeva», ha añadido Trias.
Por su parte, el director del IBEC, Josep Samitier, ha explicado que «combinando la mejor bioingeniería con el desarrollo industrial, podemos ofrecer nuevas herramientas para avanzar hacia soluciones a problemas de salud».