YAHOO.-El éxito puede ser un arma de doble filo. Y sino que se lo digan a Peter Morgan, el creador y guionista de The Crown que acaba de hacer historia para Netflix en la 73 ceremonia de los Premios Emmy. Ahora mismo todo será jolgorio, alegría y orgullo, pero probablemente la presión se haga presente cuando recuerde que la esperada quinta temporada tendrá un listón muy alto que mantener y superar.
Es decir, todo un desafío titánico tras habernos regalado su mejor temporada y cuando la siguiente tanda renueva a todo su reparto, enfrentándose, además, a la etapa final de Diana de Gales en el arco dramático de la historia.
Tras haberse convertido en una herramienta infalible de entretenimiento y distracción durante la pandemia, Netflix puso la guinda que faltaba a su liderazgo haciendo historia por primera vez en los Emmy. Gracias a The Crown y Gambito de dama ha conseguido ser la plataforma/cadena más galardonada del año con 44 premios en total y por primera vez desde su nacimiento. La diferencia es abismal, seguida por HBO y HBO Max con menos de la mitad: 19 premios. Ambas series cosecharon 11 galardones cada una, incluyendo mejor serie dramática y mejor serie limitada respectivamente.
Y a pesar de encontrar series dramáticas recomendables y destacables, como Lovecraft Country, The Mandalorian, The Boys o Pose (no puedo igualar la calidad de estas cinco con la repetitiva temporada de This is us, o lo cansina que se puso El cuento de la criada o la inexplicable nominación de Los Bridgerton), el premio a The Crown se antoja como el más justo y merecido de todos. Y es que Peter Morgan se superó a sí mismo con una cuarta temporada que presume de ingenio y estrategia para remover cimientos de la historia a golpe de ficción. La inclusión de Diana de Gales en esta etapa del reinado de Isabel II se antojaba como un paso peligroso, que debían tratar con tacto ante la repercusión cultural, social, monárquica e histórica que tiene su figura, y lo consiguió con creces.
Gracias a un fichaje perfecto, Peter Morgan consiguió retratar personajes de carne y hueso, creando un puente emocional que acercó a la princesa y su marido al público de a pie. Con el retrato de Diana y Carlos, la serie derribó mitos y expuso una historia de jóvenes vulnerables, infelices y presionados, dejando la puerta abierta a la siguiente etapa de la separación que contará la quinta temporada.
Emma Corrin hizo un trabajo magistral recreando a la joven princesa, inocente y vulnerable al principio, para luego revelarse como una mujer empoderada al descubrir su propio camino. Mientras Josh O’Connor, ganador del Emmy a mejor actor dramático, brillaba por fin como un príncipe Carlos caprichoso y aferrado a la poca vida personal que podía disfrutar. Los dos presionados y lidiando con la presión mediática y familiar a su manera, mientras Olivia Colman y Gillian Anderson -ambas también premiadas con el Emmy- daban cátedra como la reina y Margaret Thatcher respectivamente.
Entre un reparto consolidado y la inclusión de una etapa muy reciente en la historia del mundo, The Crown consiguió su mejor temporada hasta la fecha. Una cuarta tanda que ha sido justamente premiada en los Emmy, consolidándose como un eslabón infalible en la fidelidad del público con Netflix. Sin embargo, semejante éxito artístico, los premios y aplausos más que merecidos marcan un momento crucial en la historia de la serie como pieza artística. Y es que después de crear su mejor temporada y ser reconocida, no podrá defraudar con la quinta. Esto es lo que sucede cuando se alcanza el éxito: que el riesgo a decepcionar es tan peligroso que a veces una serie o película puede jugarse su continuación y su posición como obra inolvidable con un mero fracaso.
The Crown ha conseguido dejar huella desde su primera temporada en 2016, cambiando su reparto cada dos años mientras avanza en la historia de la familia real. La quinta tanda renovó una vez más a su equipo artístico, desafiando la fidelidad de su público con nuevos rostros pero con una historia que se acerca a hechos muy recientes en la memoria colectiva, como la muerte de Diana en 1996. Elizabeth Debicki es la encargada de tomar el relevo en la piel de la princesa durante la etapa de la separación, su emancipación como figura pública y muerte final, mientras Dominic West se mete en la piel del príncipe Carlos. Un fichaje que, a juzgar por las primeras imágenes, podría costarle caro a la serie ante la ausencia de parecido físico o caracterización alguna siendo un papel tan presente en la historia moderna y reconocible para el público en general.
En principio el fichaje de Elizabeth así como Imelda Staunton como la reina y Jonathan Pryce como su marido se antojan perfectos, mientras algún otro, como Dominic West tendrán que demostrar más si merecen estar en la serie. No obstante, tras hacer historia en los Emmy, The Crown se enfrenta a una próxima temporada con frentes abiertos y listones que mantener intactos. Desde el aprobado unánime de la crítica y el público, que caímos rendidos ante la incorporación de Diana a la historia con Emma Corrin, a su primer éxito en los Emmy con su primer galardón a mejor serie dramática y su posición ya consagrada como una de las piezas esenciales de la plataforma. Si la quinta temporada no está a la altura, si no mantiene la misma calidad dramática o un fichaje no cuaja con la audiencia, la caída podría ser brutal. Por ejemplo, es lo que sucedió con El cuento de la criada. La serie de Hulu ganó el Emmy a mejor serie dramática con su primera temporada, pero la pérdida de originalidad que fue demostrando con cada tanda de episodios la ha relegado hasta el punto de pasar desapercibida en las nominaciones. Este año partía con 21 candidaturas, y no ganó ninguna.
En resumen, la quinta temporada de The Crown se enfrenta al que probablemente sea su juicio y veredicto más duro en 2022. Y es que tras dejarnos una temporada tan maravillosa y galardonada, ahora deberá mantener su lugar como serie de éxito, contentando al público y la industria con un listón muy alto que superar. Y deberá hacerlo con el gran desafío de volver a finales del próximo año con un reparto nuevo y el arco dramático más importante: la etapa adulta de Diana de Gales. Es decir, no solo deberá contentar a sus fans, sino también a los fervientes seguidores de la reina de corazones.
