INFOBAE.-El pasado 6 de septiembre, el rover Perseverance de la NASA, que actualmente se encuentra explorando Marte, logró un hito histórico para los viajes espaciales al recolectar una muestra (‘Montdenier’) de la roca Rochette. En medio de su investigación realizada en el cráter Jezero, el robot perforó una parte de esta zona para recoger un trozo de roca no más grueso que un pedazo de grafito de un lápiz.
“Este es un logro trascendental y no puedo esperar a ver los increíbles descubrimientos producidos por Perseverance y nuestro equipo”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, al enterarse del éxito de la recolección.
Ahora bien, la NASA no es el único ente internacional que tiene intenciones de investigar Marte, y tal parece que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) no solo espera hacer competencia a Perseverance sino intentar ganar en la carrera por analizar el suelo del planeta vecino.
Así lo revelan las demostraciones que ha hecho la ESA con un modelo gemelo de su rover Rosalind Franklin, que será enviado el próximo año al planeta rojo en la misión ExoMars 2022. El Ground Test Model (o Modelo de prueba en tierra, en español), es una representación idéntica del Rosalind Franklin, y es con el que la agencia hace pruebas en la Tierra simulando lo que el rover original hará en Marte.
Una de las pruebas a las que ha sido sometido el Ground Test Model (GTM) es la perforación y recolección de roca, con el fin de saber que tan bien lo hará su ‘hermano’ durante su visita a Marte; y parece que no solo ha cumplido, sino que, desde ya, rompió récords.
De acuerdo con la ESA, la idea es que el Rosalind Franklin pueda perforar un total de dos metros de profundidad, siendo esta la perforación más profunda en la historia de la exploración espacial. Cabe recordar que el récord actual se encuentra en siete centímetros.
Pues bien, aunque no haya sido en Marte, el GTM ya superó esos 7 cm con creces, al perforar un total de 1,7 metros en el suelo.
“El gemelo de Rosalind Franklin ha estado perforando un pozo lleno de una variedad de rocas y capas de suelo. La primera muestra se tomó de un bloque de arcilla cementada de dureza media. La perforación se llevó a cabo en una plataforma inclinada siete grados para simular la recolección de una muestra en una posición no vertical. El taladro adquirió la muestra en forma de bolita de aproximadamente 1 cm de diámetro y 2 cm de largo”, explicó la ESA, por medio de un comunicado oficial.
¿Cómo funcionaría esta recolección?
De acuerdo con la agencia, al momento de capturar la muestra, el taladro de Rosalind Franklin logre retenerla por medio de un obturador que evitará perderla durante todo el proceso de recolección. Cuando la muestra ya se encuentre segura, el taladro la traerá hasta la superficie de Marte para depositarla en un laboratorio móvil que hace parte del cuerpo del rover.
“Con el taladro completamente retraído, la roca se deja caer en un cajón en la parte delantera del rover, que luego retira y deposita la muestra en una estación de trituración. El polvo resultante se distribuye a hornos y recipientes diseñados para realizar el análisis científico en Marte”, añade la información de la ESA.
Por último, la entidad europea aseguró que lo ideal es que se pueda “tener acceso a material orgánico bien conservado de hace cuatro mil millones de años, cuando las condiciones en la superficie de Marte eran más parecidas a las de la Tierra infantil”.