YAHOO.-Desde 2006, la Ley de Educación Nacional vigente establece la escolaridad obligatoria desde el nivel inicial hasta finalizar el nivel secundario. Sin embargo, la oferta de educación completa para todos los niveles no es una realidad en algunos contextos del país. Según las cifras del último Censo Nacional de 2010, cerca de 93.000 adolescentes que residen en el ámbito rural no asisten a un establecimiento educativo, de los cuales más de 65.000 pertenecen a parajes rurales dispersos.
Las chicas y chicos que viven en estas zonas enfrentan importantes desafíos para poder asistir a clases: desde recorrer grandes distancias para ir a la escuela, hasta, en muchos casos, abandonar a su familia y amigos para ir a estudiar a las capitales provinciales.
“Antes de que se creara la Secundaria mediada por Tecnologías, no había un después de la primaria. Las opciones que tenían los jóvenes era irse y volver a ver a las familias, una o dos veces al año, depende de su vida económica”. Giuliana Leguizamón, egresada de la Secundaria Rural mediada por Tecnologías de Chaco.
Para dar respuesta a esta problemática, UNICEF, desde 2012, implementa el programa Secundarias Rurales mediadas por Tecnologías (SRTIC) junto con los gobiernos provinciales de Chaco, Jujuy, Misiones, Tucumán, Salta y Santiago del Estero, con el propósito de garantizar el derecho de los y las adolescentes de contextos rurales a acceder al nivel secundario y desarrollar habilidades digitales claves para su vida en el siglo XXI.
Secundarias Rurales mediadas por Tecnologías es una de las iniciativas que se verán en la próxima edición de Un Sol para los Chicos, el próximo 11 de septiembre por eltrece.
Las Secundarias Rurales Mediadas por Tecnologías se componen de una sede central localizada en un centro urbano que se comunica con distintas sedes ubicadas en áreas rurales aisladas, a través de una plataforma educativa y de diversos recursos tecnológicos.
En la sede central se encuentra el equipo directivo junto con los profesores quienes planifican y diseñan las clases que luego son compartidas con las sedes rurales, donde asisten diariamente los y las adolescentes. Allí, se encuentran con la o el docente coordinador encargado de acompañarlos, apoyar las clases y la comunicación con los profesores de la sede central. La experiencia de aprendizaje es presencial, mientras que incorpora los beneficios del uso de las tecnologías.
Como la propuesta pedagógica es un modelo mediado por tecnologías, las chicas y chicos aprenden y se comunican entre sí y con los docentes a través de diferentes dispositivos. Es una modalidad enriquecedora tanto para los y las estudiantes, como para los equipos técnicos y docentes a cargo del dictado de las clases.