‘Estos hospitales, que se encargan de prestar más del 70 por ciento de las urgencias y de la atención hospitalaria a la población en tiempos normales, no entienden la apatía de las autoridades establecidas ante estas situaciones’, subrayaron en un comunicado.
Aunque el país vive una aguda crisis de combustible desde junio en medio de los enfrentamientos de bandas armadas por el control de Martissant, en la salida sur de la capital, la situación empeoró en las últimas semanas con las pandillas limitando la distribución de los carburantes.
Varios conductores de productos petrolíferos fueron secuestrados o asaltados en las inmediaciones de las terminales petroleras, en momentos en que las bandas incursionan en el mercado ilegal de venta de combustible.
Como respuesta ese gremio fue a huelga desde mediados de la semana pasada, paralizando la distribución y cerrando de facto las estaciones de servicio.
Hospitales de la capital lanzaron en los últimos días gritos de alarma, al no poder reabastecer sus generadores y advirtieron que sin combustible los equipamientos que dan soporte vital a los pacientes podrían colapsar. En Haití solo poco más del 30 por ciento de los ciudadanos tiene acceso al servicio de electricidad nacional, y la mayoría produce su propia energía a través de generadores.
El racionamiento de combustible también afectó a la empresa eléctrica nacional, incapaz de generar corriente en la última semana.
La crisis llevó a cientos de manifestantes a las calles, mientras se espera una movilización este lunes para denunciar además la inseguridad, responsable de casi 800 secuestros en lo que va de año.