EFE.-Este martes entra en vigor una reforma urgente de la ley de extranjería polaca que permite expulsiones inmediatas de migrantes ilegales, sin que se consideren siquiera sus peticiones de asilo.
La reforma legal permite que el agente de la autoridad que detenga a alguien que haya entrado ilegalmente en Polonia desde fuera de la Unión Europea (UE) pueda decidir expulsarlo al instante con la excepción de progenitores acompañados de hijos menores de edad.
La expulsión deberá quedar registrada en un informe y su confirmación estará sujeta a la supervisión del jefe de la guardia fronteriza, pero su ejecución será inmediata.
Además de expulsarle del país, al infractor se le impedirá volver a Polonia y a cualquier país del espacio Schengen durante un período de entre 6 meses y tres años.
Por otro lado, la nueva ley señala que se efectuarán las expulsiones sin atender a ninguna petición de asilo o refugio a menos que el solicitante “provenga directamente de un territorio donde su vida o libertad estaban amenazadas, sufría persecución o amenazas de daños graves”.
Por último, se establece una pena de 6 meses a 5 años de prisión para quien “destruya, modifique, mueva o inutilice” elementos de protección y delimitación de la frontera polaca, como vallas, alambradas o barreras.
Varsovia acusa a Bielorrusia de provocar una crisis migratoria en la frontera para “desestabilizar a la UE” y provocar una “guerra híbrida”.
El jefe de Política Internacional de la Cancillería del presidente, Jakub Kumoch, afirmó este martes que, lejos de impedir el tránsito de personas a la frontera polaca desde su territorio, el régimen de Aleksandr Lukashenko permite que “más y más personas estén haciendo cola en los aeropuertos” para llegar a Minsk y desde allí a la frontera.
“Se da la paradoja”, declaró Kumoch, “de que cuando a estas personas se les detiene en la frontera y se les pregunta si quieren solicitar asilo político, la respuesta suele ser ´no´”.
“Tenemos razones para afirmar que esta situación es una prueba de nuestra capacidad de defensa”, concluyó Kumoch.
El Gobierno polaco incrementó el pasado lunes su presencia militar en la frontera con Bielorrusia hasta los 10.000 soldados y planea construir un dispositivo de vigilancia que constará de un muro de tres metros de alto y sistemas electrónicos.
Las tres provincias polacas limítrofes con Bielorrusia se encuentran en estado de alerta desde septiembre y, según Frontex, desde comienzos de año han cruzado la frontera polaca de manera ilegal casi 1.400 personas.