“Esas reglas deben basarse en modelos de contabilidad y monitoreo mutuamente reconocidos para las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero”, señaló.
Putin expresó el interés de Rusia en desarrollar planes a largo plazo con el resto de países, su implementación en el sector energético prioriza los principios de neutralidad tecnológica, teniendo en cuenta objetivamente la huella de carbono de los diferentes tipos de generación.
En ese sentido, el jefe de Estado puso como ejemplo que la huella de carbono de la energía solar es cuatro veces mayor que la de la energía nuclear, según datos científicos.
“Es importante enfocar los esfuerzos de la comunidad mundial, en primer lugar, en apoyar los proyectos ambientales más efectivos”, indicó.
Según el líder, los expertos podrían clasificar esos proyectos teniendo en cuenta su nivel de desempeño en términos de reducción de la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera por dólar invertido.
Explicó que Rusia, como otros países, sufre las consecuencias del calentamiento global.
“Nos enfrentamos a la desertificación, la erosión del suelo, nos preocupa especialmente el deshielo del permafrost (suelo congelado de regiones muy frías o glaciares que retienen gases de efecto invernadero), que representa una parte importante de nuestro territorio”, dijo.
El presidente advirtió que la temperatura media anual de Rusia está creciendo más rápido que la global, más de 2,5 veces. Durante 10 años, aumentó casi medio grado y en el Ártico, la tasa de calentamiento es aún mayor, subrayó.
Ante tal situación, enfatizó que el país está implementando una política para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero, con medidas para mejorar la eficiencia energética de la economía, la modernización de la industria eléctrica y la reducción de las emisiones de gases asociadas a la producción de petróleo.
Según estimaciones de expertos, Rusia es uno de los líderes en descarbonización global; La energía baja en carbono se está desarrollando a buen ritmo en el país, aseguró.
“En los últimos 20 años, la intensidad de carbono de nuestra economía disminuyó en un promedio de 2.7 por ciento anual, y esto es más que en el mundo en general”, aclaró el jefe de Estado.
Destacó que en Rusia en este momento la proporción de energía de fuentes prácticamente libres de carbono supera el 40 por ciento, “y teniendo en cuenta el gas natural, el combustible con menor contenido de carbono entre los hidrocarburos, esta proporción es del 86 por ciento”.
Putin señaló que el país implementará un nuevo programa para mejorar la eficiencia energética de la economía hasta 2035, que se convertirá en un elemento importante para lograr el objetivo de garantizar la neutralidad de carbono para 2060 a más tardar.