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El papa denuncia la indiferencia de Europa hacia los refugiados en Lesbos, Grecia

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A la mayoría de los 2,200 refugiados que viven en el nuevo campo de la isla griega de Lesbos, la llegada hoy del papa no les cambió su dura y tediosa jornada y la vida difícil esperando una y otra vez que admitan su solicitud de asilo.

EFE,. A la mayoría de los 2,200 refugiados que viven en el nuevo campo de la isla griega de Lesbos, la llegada hoy del papa no les cambió su dura y tediosa jornada y la vida difícil esperando una y otra vez que admitan su solicitud de asilo.

Pero Francisco se dirigió a una representación de ellos para “descubrir en sus ojos miedos y esperanzas” y denunciar la indiferencia de Europa.

En Kara Tepe, construido tras el incendio que arrasó el campo de Moria en septiembre de 2020, donde más de 10,000 migrantes se hacinaban en el mayor campamento de refugiados de Europa, las condiciones son mejores, pero familias enteras siguen viviendo en contenedores y algunos en grandes carpas con servicios higiénicos muy precarios.

Francisco entró a pie en el campo y recorrió una de las entradas sin asfaltar, agarrado incluso a un colaborador para no caerse, mientras saludaba uno a uno a cientos de migrantes, acariciando a los niños e intercambiando algunas palabras con ellos.

AÑOS ESPERANDO QUE LLEGUE EL ASILO

“Llevo dos años en Grecia, antes estaba en el anterior campo, las condiciones ahora siguen siendo muy difíciles. Es muy duro”, explica a Efe una joven madre camerunesa que llegó sola a esta isla griega y que hoy ha sido elegida para poder asistir a la ceremonia del papa.

La familia de Hussein espera tras las vallas la llegada del papa junto a su contenedor. Tiene una hija de 9 años que no se separa de su gato, y cuenta como escaparon de los talibanes mostrando su brazo todo quemado que espera que alguien pueda ayudarle a curar. Ya les han denegado dos veces los documentos.

En la larga fila que se ha formado para entrar a ver al papa en una enorme y sencilla carpa blanca, Gila Alizazi, de 16 años, también espera su turno con su familia. Solo ella habla inglés y cuenta que llegó a Lesbos en 2018 y estuvo en el viejo campo y ahora vive en este donde “las condiciones no son buenas”. “Aquí no hay educación para los niños. Espero que con la visita del papa cambie algo”, explica.

“Deje Afganistán por los talibanes. Hemos hecho ya cuatro peticiones de asilo y hemos recibido tres rechazos por ahora. Esperamos una última respuesta. Me da igual a qué país ir, me gustaría estudiar matemáticas y que mi familia esté segura”, añadió Alizazi.

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