INFOBAE.-Jennifer Lopez es una de esas artistas de doble estrellato: actriz consagrada en Hollywood, cantante de fama mundial. Comenzó su carrera en el séptimo arte: en 1987 tuvo un papel menor en Mi Litte Girl. La alcanzaron con unos pocos minutos en escena para que, a partir de entonces, los productores repararan en ella.
Si bien su objetivo era triunfar en la música, su gran hito se registra en la pantalla grande. Ocurrió en 1993 cuando la convocaron para protagonizar Selena, el filme basado en la vida de la cantante y compositora norteamericana que murió de un disparo por la espalda. El papel le valió a Jennifer una nominación a los Globos de Oro como mejor actriz. Además, cobró su primer un millón de dólares, el que sería la piedra fundacional para la inmensa fortuna con la que cuenta hoy: 400 millones de dólares.
En 1998 protagonizó Out of Sight. Los especialistas en la materia coinciden en que en esa película se vio su mejor versión. Recién al año siguiente pudo cumplir su gran anhelo al debutar como cantante con el sencillo “If You Had My Love”, e inmediatamente se convirtió en el hit número uno de los Billboard hot 100. Ese corte difusión perteneció al álbum On the 6.
En el 2001 ingresó a los récords Guinness y hasta ahora nadie logró destronarla. ¿De qué se trata? En simultáneo lanzó J.Lo, su segundo álbum discográfico, y estrenó la película The Wedding Planner. En la misma semana cada uno de los productos alcanzó el primer puesto. Los dos ranking tenían su nombre grabado pegado al número 1. Si bien hay otros artistas que se desdoblan entre la actuación y la música, como Lopez, nadie logró sacarle ese lugar de privilegio en los Guinness.
Hoy la relación familiar es maravillosa. Las fotos con sus padres son moneda corriente en sus redes sociales. El año pasado Jennifer habló de su madre y los halagos estuvieron a la orden del día. Logró regalarle un presente sin ninguna clase de apremio económico.
“Lupe fue una madre joven, se casó cuando tenía 20 años. Tuvo a mi hermana cuando tenía 21. Nos tenía a todos a los 26, así que todos crecimos juntos. Era como vivir con una adolescente, sinceramente. Ella quería que fuéramos independientes. Nunca quiso que tuviéramos que depender de un hombre para nada porque eso es lo que le enseñaron cuando creció”, señaló Jennifer López sobre su madre, de quien sin dudas heredó el espíritu de lucha.