(EFE).-Novak Djokovic, número uno del mundo, sigue ganando casi sin despeinarse en Roland Garros, este viernes se impuso al esloveno Aljaz Bedene (195) por 6-3, 6-3 y 6-2 en una hora y 44 minutos y se medirá en octavos con el argentino Diego Schwartzman.
Djokovic no dio ningún paso en falso en una Philippe Chatrier que le abucheó en algún momento cuando celebró, ya en el tercer set y con el partido casi finiquitado, haber salvado una bola de ‘break’ ante Bedene.
Cinco años más tarde, el serbio se encontará en Roland Garros con el incómodo Schwartzman, al que batió en una tercera ronda de 2017 en cinco sets.
A pie de pista y de buen humor, el serbio reconoció que “la perfección no existe”, aunque señaló que siempre intenta “acercarse” a ella.
“Jugar de manera agresiva, como es mi rasgo, no es siempre posible, pero hoy he estado realmente muy bien”, dijo.
Djokovic, ganador de 20 títulos del Grand Slam, uno menos que Nadal, volvió a expresarse en francés, una lengua que no domina tan bien como el inglés, y dejó algunos momentos de hilaridad.