Jlo decidió llevarse de compras a Emme, la hija que tuvo con el cantante, para pasar un tiempo solas madre e hija. Ambas disfrutaron en buena compañía de un día de compras bajo el cielo soleado de la ciudad de Los Ángeles.
Jlo lució un veraniego vestido blanco bajo el que podían apreciarse sus famosas curvas, un nuevo look al más clásico estilo de la diva del Bronx.
Con sus clásicos aretes grandes de aro en un tono dorado, como sus lentes de sol y sus sandalias de plataforma, Jlo llevaba el cabello recogido en un chongo y se veía espectacular.









