Visiblemente consternada por el veredicto, Moris, quien en marzo pasado se casó con Assange en la cárcel londinense donde está encerrado desde 2019, insistió en que Estados Unidos solo intenta vengarse de su esposo por exponer en WikiLeaks crímenes de guerra cometidos por los militares norteamericanos en Iraq y Afganistán.
Al respecto, reiteró su denuncia de que se trata de un caso político que amenaza la libertad de expresión no solo del ciberactivista, sino de todos los periodistas del mundo.
La abogada Jennifer Robinson apuntó, por su parte, que el equipo de defensa apelará la decisión de la ministra del Interior, Priti Patel, en los tribunales británicos, y de ser necesario, dijo, ante la Corte Europea de Derechos Humanos.
Patel tenía en sus manos el destino del periodista australiano desde que el Tribunal Superior de Londres aceptó en abril pasado la apelación de los fiscales estadounidenses contra la decisión de una jueza de primera instancia que se negó a extraditarlo por problemas de salud.
Según informó este viernes el ministerio del Interior, ni la corte de magistrados ni el tribunal superior concluyeron que sería opresivo, injusto o un abuso procesal entregar a Assange a Estados Unidos.
De ser juzgado y declarado culpable por un tribunal norteamericano, el fundador de WikiLeaks, quien procreó dos hijos con Stella durante el tiempo que estuvo asilado en la embajada de Ecuador en Londres, podría ser condenado a 175 años de cárcel a partir de los 17 cargos relacionados con la ley de espionaje que se le imputan.