(BBC Mundo).-Hace 50 años, Sacheen Littlefeather, activista y actriz indígena estadounidense, fue abucheada durante la gala de los Oscar. Ahora, la Academia se disculpó con ella.
Littlefeather apareció en vivo por televisión en 1973 para rechazar un Oscar en nombre de Marlon Brando, que había ganado el premio al mejor actor por «El Padrino» por su emblemático papel de Vito Corleone.
Pero el actor, conocido por su activismo, no acudió a la alfombra roja y declinó subir al escenario. Rechazó el premio por la representación errónea e inexacta que se daba de los nativos estadounidenses en la industria cinematográfica de ese país.
En su lugar acudió Littlefeather, quien entonces tenía 26 años, vestida con el atuendo de los Apache.
Ahora, la Academia ha dicho que, durante esa aparición, la actriz sufrió un abuso «innecesario e injustificado».
«Nunca pensé que viviría para ver el día en que escucharía esto», dijo Sacheen al medio Hollywood Reporter.
Su discurso fue, según los organizadores, la primera declaración política que se dio después de que la ceremonia de premios empezara a televisarse. Y abrió la brecha para algo que continúa a día de hoy.
Se presentó en nombre de Brando — quien había escrito «un discurso muy largo»— y le dijo brevemente a la audiencia «que lamentablemente no puede aceptar este premio tan generoso».
«Y las razones detrás de esto son el trato que la industria cinematográfica y la televisión dan hoy a los nativos estadounidenses en las películas. También los acontecimientos recientes en Wounded Knee», dijo, en referencia a un enfrentamiento violento con agentes federales, en un sitio de gran importancia para el pueblo sioux.
El discurso, breve, fue aplaudido por parte de la audiencia, pero también hubo abucheos y gestos racista, como el «corte Tomahawk», un gesto donde se ponen la mano y el brazo rectos y en ángulo recto, como simulando un hacha, y que es visto como un gesto degradante por los indígenas estadounidenses.
También hubo bromas posteriores por parte de los presentadores de la gala, Raquel Welch y Clint Eastwood.
En 2020, Littlefeather le dijo a la BBC que inmediatamente después del discurso tuvo que abandonar el escenario con dos guardias de seguridad. Pero, contó, «fue algo muy bueno» ya que el actor John Wayne —icono del cine tipo western —, estaba detrás del escenario, jalonado por seis hombres de seguridad y quería sacarla él mismo del escenario. «Estaba furioso con Marlon y conmigo».
A pesar de que Brando había escrito un discurso mucho más largo, el equipo de producción de la ceremonia le indió a Littlefeather que lo resumiera todo en 60 segundos.
«Carga emocional irreparable»
85 millones de personas lo vieron desde el televisor de sus casas.
Algunos reportes periodísticos posteriores al evento aseguraban que Littlefeather no era realmente una indígena estadounidense, sino que aceptó dar ese discurso para que esto lo aupara en su carrera como actriz. Incluso, algunos especularon que podría ser la amante de Brando.
«El abuso que soportaste… Fue innecesario e injustificado», escribió David Rubin, presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, en una carta a Littlefeather hecha pública el lunes aunque fechada el pasado 18 de junio.
«La carga emocional que has vivido y el daño de tu propia carrera en nuestra industria son irreparables», señaló el presidente a la actriz.
Rubin dijo que el discurso en la 45ª edición de los Premios de la Academia fue «una declaración poderosa que sigue recordándonos la necesidad del respeto y la importancia de la dignidad humana».
El Museo de la Academia de Cine acogerá un evento en septiembre en el que Littlefeather hablará sobre su aparición en los Oscar de 1973 y el futuro de la representación indígena en la pantalla.
La actriz contestó a la disculpa con un comunicado.
«Nosotros, los nativos somos personas muy pacientes, ¡solo han pasado 50 años! Tenemos que mantener nuestro sentido del humor en todo momento, es nuestro método de supervivencia», añadió la mujer, ahora de 75 años.
Para Brando, que ya contaba con un Óscar por protagonizar «On the Waterfront» en 1954, el rechazo del premio no estuvo seguido de represalias: la Academia sigue considerándolo el ganador de esa edición y lo nominó al año siguiente por «Last Tango in Paris».