SANTO DOMINGO.- El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que preside Miguel Vargas Maldonado, advierte sobre constante deterioro que vive la República Dominicana, la información fue emitió por un comunicado este miércoles.
Asimismo dijo, que llama la atención sobre el menoscabo progresivo de los sistemas de salud, educación y seguridad social en el país.
Con el propósito de velar por una República Dominicana en capacidad de superar los graves retos que nos plantea la actual crisis nacional e internacional, comparecemos hoy ante ustedes en nombre del Partido Revolucionario Dominicano para hacer un llamado a las autoridades de gobierno y al liderazgo nacional en todas sus vertientes a hacer conciencia ante el marcado deterioro que acusa el país, en su norte de garantizar el Estado de derecho, el orden institucional y el bienestar de la población, elementos vitales para la fortaleza y sostenimiento de la democracia y la gobernabilidad.
Desde nuestra óptica, siempre enmarcada en un ejercicio político crítico y propositivo, el país acusa un elevado grado de incompetencia gubernamental que se revela en la carestía de los alimentos, el deterioro y aumento del costo de los servicios públicos, el desempleo, incremento del crimen y la inseguridad, así como el desplome de los sistemas de salud, educación y seguridad social.
Ante este preocupante cuadro, la actual administración se empeña en dar palos a ciegas, donde predomina la improvisación que conlleva al fracaso y pone en evidencia la incapacidad del gobierno para afrontar la crisis que ha desmejorado la calidad de vida de nuestra gente.
Lejos de reconocer estas falencias que, en el caso de los precios y los servicios atormentan al pueblo, y sin que se observen señales en la dirección de propiciar un clima para el diálogo y la concertación, lo que se percibe en el gobierno es una administración indiferente, petulante y excluyente.
A este errático desempeño, el sector oficial suma la provocadora postura de propiciar e imponer leyes y resoluciones que ponen en riesgo la seguridad jurídica o la leal competencia, como acontece con el régimen de importaciones, entre otras.
Constituye un golpe a la clase media el despropósito gubernamental de gravar las compras por Internet y colocar impuestos a plataformas digitales como Airbnb que, además de contribuir al aumento del turismo, también estimulan la industria de la construcción.
Igual ocurre en el campo de la salud, donde, por ejemplo, se cuadruplican los casos de dengue, colapsa el programa de Atención Primaria y es insuficiente la inversión en medicinas y equipos en la red nacional de hospitales.
¿De qué manera no reclamar salirle al frente a situaciones que nos degradan y atormentan como ocupar el primer lugar en todo el mundo en muertes por accidentes de tránsito y estar colocados en el fatídico número uno en el Caribe en casos de fallecidos intentando abandonar el país en frágiles embarcaciones, como lo acaba de establecer la Organización Internacional para las Migraciones?
Estamos compelidos a detener el acoso sobre nuestra pujante, productiva, pero sacrificada clase media, agobiada por una carga de costos operativos en sus pequeñas y medianas empresas y por los efectos de la carestía en la canasta básica familiar.