AP.-
ROMA— Los italianos votaban el domingo en unas elecciones que podrían dar un brusco giro a la derecha a la política del país en un momento crítico para Europa, mientras la guerra en Ucrania disparaba las facturas de energía y ponía a prueba la determinación de Occidente de mantenerse unido ante la agresión rusa.
Las urnas abrieron a las 7 de la mañana (0500 GMT), y para el mediodía se había reportado una participación igual o algo inferior a la misma hora en las anteriores elecciones generales, en 2018. Se esperaba que el conteo de las boletas en papel comenzara poco después del cierre a las 23:00 (2100 GMT), y las estimaciones basadas en resultados parciales podrían llegar el lunes de madrugada.
Aunque está prohibido publicar sondeos de opinión en los 15 días previos a los comicios, los últimos conocidos mostraban en cabeza a la líder de ultraderecha Giorgia Meloni y su partido Hermanos de Italia, de raíces neofascistas. Eso apuntaba a que los italianos podrían votar a su primer gobierno de ultraderecha desde la II Guerra Mundial.
En un cercano segundo puesto estaban el ex primer ministro Enrico Letta y su Partido Democrático, de centroizquierda.