Naciones Unidas, 21 oct (Prensa Latina).- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución que busca poner fin a la violencia en Haití con la imposición de sanciones a grupos armados causantes de la desestabilización del país.
Las sanciones aprobadas durante esta jornada, redactadas por México y Estados Unidos, establecen un embargo de armas para los actores no estatales, prohibiciones de viajes fuera del país a los líderes de las bandas, además de la congelación de sus activos financieros.
Juan Ramón de la Fuente, el representante por México, alegó que el propósito del acuerdo es apoyar a esa nación caribeña en su lucha por establecer una convivencia pacífica y una gobernabilidad democrática.
«El Consejo de Seguridad ha dado una señal clara de que la violencia tiene que parar y no debe quedar impune. También es importante haber establecido un embargo para cualquier transferencia de armas para esos actores no estatales que, además de aterrorizar a la población civil, desestabilizan al país», planteó.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, consideró que el acuerdo era apenas una primera medida, en referencia a la intención de su país y México de presentar una segunda resolución, con el envío de una fuerza armada a esa región, propuesta que no apoyan China ni Rusia.
Por su parte, Rusia señaló no estar convencida de que las medidas restrictivas internacionales sean una respuesta adecuada a todas las complejas problemáticas que aquejan al territorio caribeño. “Es necesario asegurar un fortalecimiento de las instituciones estatales en el país sin dictados externos”, remarcó el embajador adjunto, Dmitry Polyanskiy.
El representante permanente de Haití ante Naciones Unidas, Antonio Rodrigue, agradeció el pronunciamiento pues estimó que las fuerzas de seguridad de su país no tienen la capacidad necesaria para responder a las amenazas causada por las pandillas.
“No cabe ninguna duda de que estas medidas contribuirán a poner fin a las actividades violentas y mortíferas de estos grupos armados en el país,” afirmó.
La inestabilidad política comenzó a escalar en Haití desde el asesinato aun sin resolver del presidente Jovenel Moise el pasado año.
Esa situación ganó en dimensión el mes pasado, tras el anuncio del primer ministro Ariel Henry que se eliminarían los subsidios al combustible, lo que provocó la multiplicación de los precios.
Además, en medio de una gran inestabilidad política, el país lucha también para paliar los efectos de un brote de cólera.