La víspera, el Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano criticó el documento por considerarlo infundado, extemporáneo e infeliz y considerar contradice la excelente relación bilateral existente entre ambas naciones.
Este martes el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray, consideró como “un agravio” para su país el comunicado y lo valoró de “un error de la diplomacia norteamericana”.
“Esa es una falacia y una agresión verdaderamente innecesaria”, manifestó Ray a la televisión dominicana y felicitó a la Cancillería por emitir, a su juicio, una declaración de defensa a la altura de las circunstancias.
El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Pedro Brache, dijo que la comunidad internacional debería aportar soluciones y ser menos crítica ante la situación de crisis imperante en Haití.
Sobre el comunicado manifestó que fue desatinado, “un comunicado el cual no se sabe simple y llanamente cuáles son las bases”.
También se pronunció sobre el tema el presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez, quien fue categórico al catalogar de infame lo difundido por los estadounidenses y agregó: “Todo el mundo sabe que nuestros líderes se reconocen y triunfan por sus capacidades y talentos, jamás por diferencia de raza, color o religión”.
Otro que expresó su desacuerdo fue el expresidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Celso Marranzini, quien llamó a protestar contra la Embajada de Estados Unidos.
Finalmente, no han faltado voces de legisladores de diversos partidos políticos que condenaron el acto y tildaron la advertencia como una intromisión y atrevimiento, y le recordaron a la nación del norte que debe asumir su rol y enfrentar el problema haitiano.
Dominicana está sometida a críticas dentro y fuera del país por el proceso de deportaciones masivas de indocumentados que lleva a cabo, las cuales son defendidas por su Gobierno ante la situación existente con la vecina Haití, pero cuestionado por entes de derechos humanos que las consideran una caza colectiva discriminatoria.