(BBC Mundo).-El gobierno de Nicaragua liberó este jueves a 222 opositores, a los que deportó vía aérea a Estados Unidos.
Lo confirmó el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua.
El magistrado hizo pública una sentencia que decreta la «deportación inmediata y ya efectiva de 222 personas sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica».
«Los deportados fueron declarados traidores a la patria y sancionados por diferentes delitos graves e inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública», dijo Rothschuh.
El vuelo con los opositores salió de madrugada de la capital nicaragüense rumbo a Washington DC, según indicaron a los medios familiares de los presos.
Luego del traslado, la Asamblea Nacional nicaragüense, controlada por el oficialismo, aprobó por unanimidad una reforma constitucional que despoja de la nacionalidad a quienes sean declarados «traidores de la patria».
Los cambios se realizaron a través de una ley «exprés» que fue aprobada durante una «sesión de emergencia».
Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, dijo en un canal televisivo oficialista que la «decisión soberana» fue tomada por «el interés supremo de nuestra patria».
«Nuestro estado, nuestro gobierno, nuestro poder judicial, nuestro Parlamento, a nombre de las familias nicaragüenses y del interés supremo de esta patria bendita y libre, ha decidido realizar la expatriación y el traslado de las personas que fueron juzgadas y sentenciadas por atentados conta la soberanía nacional», dijo la política vía telefónica.
La reacción de Estados Unidos
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confirmó la llegada de los opositores.
«La liberación de estos individuos, uno de los cuales es ciudadano estadounidense, por parte del gobierno de Nicaragua, marca un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país y abre la puerta a un mayor diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua sobre temas de interés», sostuvo Blinken en un comunicado.
Entre los liberados hay políticos y sacerdotes, indicó vía Twitter el exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos, Arturo McFields.
Según la lista de presos publicada, entre los liberados se encontraban Cristiana Chamorro, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, el activista estudiantil LestherAlemán y la exguerrilera sandinista Dora María Téllez.
El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua cifra en 235 los «presos políticos» que había en el país y que en su mayoría cumplían condena en distintos centros penitenciarios.
Entre ellos hay siete políticos opositores que trataron de presentarse como candidatos a las elecciones de noviembre de 2021 y que fueron encarcelados antes de que el presidente Daniel Ortega ganara los comicios en medio de graves acusaciones de fraude.
La agencia EFE reportó que el obispo Rolando Álvarez, condenado a arresto domiciliario, fue incluido por las autoridades en la lista de prisioneros a enviar a Washington, pero no aceptó.
La crisis política y social que vive el país centroamericano desde la primavera de 2018 se agravó tras las polémicas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021.
En esos comicios, cuyos resultados fueron desacreditados por gran parte de la comunidad internacional, Ortega fue reelegido para su quinto mandato y cuarto consecutivo.
Su esposa, Rosario Murillo, le acompañó como vicepresidenta por segundo término consecutivo, con los principales opositores del país en la cárcel o en el exilio.
Una decisión unilateral
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la decisión del gobierno de Nicaragua fue «unilateral».
«Estados Unidos facilitó el transporte de estas personas una vez liberadas en Nicaragua y recibirán un permiso para permanecer en el país por dos años por razones humanitarias», explicó.
Y aunque la liberación fue una decisión sin consultas del gobierno de Ortega, en otro comunicado de prensa el secretario Blinken resaltó las conversaciones de ambos países para la entrada a EE.UU. de los opositores.
«El acontecimiento de hoy es producto de la diplomacia concertada estadounidense, y seguiremos apoyando al pueblo de Nicaragua», señaló el funcionario.
Mientras, este jueves también la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebró la excarcelación de los presos como «una gran noticia» per exigió al régimen de Daniel Ortega que les restituya sus derechos.
Entre las personas que llegaron a la capital de EE.UU. este jueves se encuentran importantes personalidades que en los últimos años han copado los titulares nacionales e internacionales por su férrea oposición al gobierno.
Dora María Tellez, por emplo, fue a finales de la década del 70 una de las rebeldes clave en la Revolución Sandinista. En aquel momento era estudiante de medicina, y participó en insurrecciones en las zonas urbanas de Nicaragua.
Fue conocida como la Comandante 2, y estuvo entre las líderes del asalto al Palacio Nacional en 1978, donde sesionaba la Asamblea Nacional del país centroamericano. Además, durante el primer gobierno sandinista fungió como ministra de Salud.
Pero después mostró su desacuerdo con las políticas de Ortega y Murillo, y fue encarcelada en 2021.
Entre los deportados igualmente está Cristiana Chamorro Barrios, una influyente periodista que, también en 2021, se presentó como precandidata a la presidencia de Nicaragua. Ella además es hija de Violeta Barrios de Chamorro, la mujer que en 1990 venció en las urnas a Daniel Ortega.
El gobierno la acusó criminalmente a Chamorro Barrios, la puso bajo arresto domiciliario y fue declarada culpable de varios delitos, que incluían lavado de dinero y falsificación ideológica.
Por su parte, Lesther Alemán fue el estudiante universitario que hizo frente al presidente nicaragüense durante una mesa de negociación en 2018 que buscaba solucionar una ola de protestas. En un acto que se hizo viral en internet, el joven decidió increpar publicamente al mandatario, cuestionó el resultado del diálogo y le llamó «asesino», en referencia a la violencia policial que ocurrió durante las manifestaciones.