(EFE).- El número de muertos por los devastadores terremotos del lunes superan ya los 20.000, de los cuales 17.134 se contabilizan en Turquía y 3.317 en Siria. En ambos países hay más de 75.000 heridos.
En Turquía, más de 100.000 miembros de equipos de salvamento y del Ejército están movilizados para rescatar a los supervivientes, pero el tiempo invernal, el grado de destrucción y la amplitud de la zona afectada complican los trabajos.
Una vez traspasado el límite de las 72 horas las esperanzas de encontrar a supervivientes se reducen.
En Siria el número de muertos por los terremotos en todo el país se eleva ya a 3.317 y el de heridos se sitúa en al menos 5.245, incluidas las áreas en manos de la oposición y las controladas por Damasco.
Este mediodía, tras 81 horas de emergencia en la región, seis camiones de la ONU cargados con tiendas de campaña, mantas, colchonetas, kits de higiene y productos de limpieza llegaron al paso fronterizo de Bab al Hawa, que une la provincia noroccidental siria de Idlib con Turquía.
Desde el terremoto inicial registrado la madrugada del pasado lunes, no habían llegado suministros a las zonas de las provincias de Idlib y Alepo en manos de la oposición, rodeadas de territorio en manos de actores rivales y solo accesibles de forma directa desde el otro lado de la divisoria turca.
Un responsable del cruce de Bab al Hawa que pidió el anonimato aseguró a EFE que el convoy no transportaba alimentos, agua ni materiales médicos, ya que se trata de un envío rutinario de las Naciones Unidas cuya llegada había quedado pospuesta a causa de los seísmos.
Los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que lidera las operaciones en las zonas opositoras y que ha alertado reiteradamente de la falta de maquinaria para el desescombro, entre otros materiales, lamentó que el cargamento no incluyese tampoco «equipamiento especial para los grupos de búsqueda».
Los rescatistas en Turquía lograron sacar con vida de los escombros a un chico de 16 años de edad, sin embargo a medida que pasan las horas disminuyen las esperanzas de que se produzcan otros milagros.
Por eso, mucha gente se preocupa ahora por llegar hasta los cuerpos sin vida de sus seres queridos y enterrarlos adecuadamente.
Mientras, expertos locales estiman que decenas de miles de personas están todavía bajo los escombros de los miles de edificios derrumbados, mientras que aún no hay ni siquiera información sobre la situación en la mayoría de los pueblos de las 10 provincias afectadas por el terremoto.
En declaraciones a la agencia de noticias Anka, Ovgun Ahmet Ercan, uno de los principales ingenieros geofísicos y expertos en terremotos del país, estimó en «unas 200.000» el número de personas que permanecen bajo los edificios derrumbados.
«El número de personas que fueron rescatadas con vida del derrumbe es de unas 8.000. No hay garantía de ello, pero si el cálculo es correcto, hay otras 192.000 personas bajo los edificios», advirtió el profesor.
Según Ercan, las autoridades deberían conocer los nombres, apellidos e identidades de las personas que se encontraban bajo cada estructura.
En ese contexto, recordó que de los 37.000 millones de dólares recaudados tras el devastador terremoto de 1999 cerca de Estambul, una importante parte fue gastada en construir autopistas pero no se tomaron medidas antisísmicas.
De las zonas en manos de Damasco, las víctimas se concentran en las provincias de Latakia, Hama y Tartus, también en el noroeste y oeste del país, además de en puntos de Alepo que escapan al control de la oposición.
Las autoridades sirias anunciaron ayer que cerca de 293.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares a consecuencia de los seísmos en las zonas gubernamentales, donde se han habilitado unos 180 albergues para acoger a quienes perdieron sus casas o cuyas viviendas sufrieron daños sustanciales.
Asimismo, cerca de 700 inmuebles colapsaron completamente a consecuencia de los terremotos en Siria, donde miles más registraron derrumbes parciales o daños de diversa consideración, informaron diversas fuentes.
El deporte en Turquía también está de luto, con numerosos atletas fallecidos
El deporte en Turquía, sea a nivel profesional o juvenil, está de luto en el país arrasado por los terremotos. «Ahora no es tiempo para el fútbol», dijo anoche el presidente del equipo de fútbol Yeni Malatyaspor, Ahmet Yaman, subrayando que están pensando en retirarse de la segunda división de la liga turca.
Ahmet Eyup Turkarslan, portero del Yeni Malatyaspor, es solo uno de los varios deportistas confirmados muertos bajo los edificios derrumbados en las provincias turcas afectadas por el terremoto.
Según la Federación Turca de Lucha, los atletas Ahmet Tas, Mehmet Eskisarili, Ali Gursoy y Aslan Ekiz murieron en Kahramanmaraş, el epicentro de los seísmos.