(EFE).- El Gobierno turco ha declarado tres meses de estado de emergencia en las diez provincias afectadas por los dos fuertes terremotos del lunes, que han causado ya al menos 3.549 muertos y 22.000 heridos en el país.
Así lo anunció el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien ha comprometido 5.000 millones de euros (5.300 millones de dólares) en ayuda de emergencia para esas regiones.
El mandatario ha reiterado que este desastre no es sólo uno de los más graves en la historia de Turquía, sino a nivel global.
Según el último recuento de víctimas, unas 5.000 personas han muerto y otras 25.000 han resultado heridas en la serie de devastadores temblores que han dejado miles de edificios derruidos, en los que se sigue buscando a supervivientes en medio de bajas temperaturas.
En Turquía, la cifra de fallecidos se eleva a 3.549 mientras que en Siria se contabilizan al menos 1.500 muertos y más de 3.500 heridos.
Unas 50.000 personas, entre los que se cuentan soldados, participan en las labores de rescate y diez barcos de la armada y 26 aviones militares en las tareas de evacuación de heridos.
Además, docenas de países han comenzado ya a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes, aunque el frío y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.
Más de 8.000 personas han sido rescatadas en Turquía, según datos del Gobierno, recogidos por la agencia oficialista Anadolu.
En Hatay, a unos 170 kilómetros al sur de donde se registró el primer seísmo, los equipos de rescate lograron establecer contacto con una familia de cuatro miembros atrapada entre los escombros.
«Los sacaremos con vida. Estamos aquí para eso», se escuchó decir a un miembro de los equipos de recate durante una retransmisión de la emisora CNNTürk.
En Diyarbakir, a unos 350 kilómetros al este de la provincia donde tuvo su epicentro el primer temblor, una mujer fue rescatada tras estar 31 horas atrapada entre los escombros de su vivienda, y trasladada a un hospital entre los aplausos de los equipos de emergencia.
Un hombre de 30 años fue rescatado en la mañana de hoy de un edificio de diez plantas que se derrumbó en la provincia de Osmaniye, a unos 135 kilómetros de donde se registró, a las 4.17 horas (01.17 GMT) del lunes, el epicentro del primer terremoto, de magnitud 7,6.
De ese mismo edificio, que tenía 40 apartamentos, se han recuperado ya doce cuerpos.
Un chico de catorce años fue encontrado con vida en la provincia de Kahramanmaras, donde se produjo el primer temblor.
«Tengo hambre» fue lo primero que dijo a los equipos de rescate, según informan los medios locales.