(EFE).- Unidades de Seguridad frustraron este miércoles un millonario atraco de película en el aeropuerto internacional de Santiago de Chile tras un tiroteo en plena pista de aterrizaje y despegue en el que murieron dos personas, un presunto ladrón y un funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), a cargo de la seguridad del recinto.
Según el director de la citada institución, general Raúl Jorquera, un grupo de unos doce hombres, fuertemente armados y con entrenamiento profesional, «lograron traspasar la primera línea, pero no la segunda, que es decisiva» en el marco de un plan bien definido con el que pretendían apropiarse de más de 32 millones de dólares.
Los delincuentes penetraron el perímetro de las pistas tras arremetar en vehículos contra una de las rejas y maniataron al guardia de seguridad que se encontraba en el lugar, quien sin embargo «logró zafarse para dar aviso al segundo control de acceso, quienes enfrentaron a los delincuentes que iban decididos y con poder de fuego para concretar el robo.
“Lograron traspasar la primera línea, pero no la segunda que es decisiva (…) Por ahí entraron, pero por ahí se alertó también», afirmó Jorquera, quien negó que existan brechas de seguridad que hagan el aeropuerto inseguro pero admitió que «hay que revisar los procedimientos, por supuesto que sí, y eso es una autocrítica».
EN BUSCA DEL BOTÍN MÁS GRANDE
«Quiero solidarizar y mandarle un abrazo grande a la familia del funcionario de la DGAC», dijo el presidente chileno, Gabriel Boric, durante su discurso en un acto de conmemoración con motivo del Día de la Mujer.
«Sabemos que la inseguridad es prioritaria para las chilenas y los chilenos. Cuando hay inseguridad, todo el resto tambalea», agregó.
En su huida, los delincuentes dejaron varios autos quemados en la carretera que une el aeropuerto con Santiago.
«Quiero que sepan que desde nuestro Gobierno vamos a perseguir de manera incansable, con justicia y con toda la fuerza del derecho, a la delincuencia y quienes ponen en riesgo la vida de nuestros compatriotas», concluyó Boric.
De no haber sido impedido, este habría sido el atraco más grande de Chile, superando con creces el que logró robar 7,9 millones de dólares en 2014 y el que en 2017 se apropió de otros 21 millones, ambos en la misma terminal aérea.