La operación estuvo encabezada por el canciller Mario Búcaro, quien viajó al país vecino para coordinar el traslado, cuyo gasto sufragó el Gobierno mexicano.
En la Fuerza Aérea, Búcaro dio el pésame a las familias que estaban allí presentes para recibir los féretros, en nombre del presidente Alejandro Giammattei.
Según el listado divulgado aquí, las edades de los fallecidos oscilan entre 21 y 51 años y pertenecen a los departamentos de Huehuetenango (Santa Eulalia, Malacancito y Jacaltenango); Izabal (El Estor); Sololá (Nahualá); Totonicapán (San Francisco El Alto); Chimaltenango (San Martín Jilotepeque) y Suchitepéquez (Chicacao).
Asimismo, a Quiché (Santa Cruz del Quiché), Quetzaltenango (Olintepeque) y Alta Verapaz (San Pedro Carchá y Cobán), en su mayoría municipios con altos por cientos de pobreza y violencia.
La cancillería también confirmó que la repatriación será inmediata hacia cada una de las comunidades de origen, donde les darán el último adiós junto a sus familiares.
De momento, quedará pendiente la llegada de dos víctimas mortales, aún en proceso de identificación mediante perfiles genéticos.
En el caso de los heridos, la nota del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) asegura que se gestionaron las visas humanitarias a los familiares para su permanencia en México, mientras se recuperan sus seres queridos.
La víspera, Búcaro constató la evolución de dos guatemaltecos hospitalizados como consecuencia de la tragedia ocurrida la noche del 27 de marzo último, cuando 39 migrantes perdieron la vida como consecuencia del fuego que se desató en la estación.
Los nacionales eran mayoría (19), al igual que los lesionados.
Tanto el canciller como funcionarios de la Embajada de Guatemala en México, continuarán velando por el bienestar y la atención de los heridos, de acuerdo con un comunicado de prensa.