(Prensa Latina) México comenzó hoy a recibir a pequeños grupos de migrantes que desistieron de ingresar a Estados Unidos después del fracaso de sus intentos el día 11 cuando expiró el título 42.
A medida que pasan los días, los migrantes que quedaron atrapados entre los dos muros de la frontera -una suerte de tierra de nadie- vuelven a lanzarse al río pero esta vez para regresar a tierras mexicanas, entre los primeros de ellos venezolanos y dominicanos.
Reporteros en la frontera Tijuana-San Diego confirmaron que el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos inició el traslado de los migrantes retenidos en esa franja hacia las antiguas jaulas creadas por Donald Trump para encerrar hasta niños.
Relatan que los guardias fronterizos se los llevan en grupos de 30 y 50 personas y los encierran en las perreras, como popularmente les llamaron esos lugares, una especia de copia de las “jaulas de tigre” donde los invasores de Estados Unidos encerraban a vietnamitas sospechosos de pertenecer al ejército de libración o cooperar.
Periodistas y la Asociación Civil “Casa de Luz”, pudieron acercarse al campamento de hombres (no cualquiera se anima porque el acceso es entre matorrales y una pendiente que por tramos se desmorona), y vieron el tratamiento de animales que reciben los migrantes.
Mientras recibían la comida pegados a los barrotes, platicaron que los ahí retenidos son de unas 15 nacionalidades, entre ellos africanos de Sudán, así como un contingente de musulmanes. Peruanos, colombianos, afganos, turcos, que viajan solos, e informaron que hace dos días se llevaron a varios grupos.
Ante esas perspectivas, los que no han sido encerrados en las jaulas, tratan de regresar a nado a México, dijeron
Uno de los periodistas pudo hablar con un joven colombiano quien confirmó que un compatriota a quien se llevaron el día anterior se pudo comunicar con él y le dijo que, efectivamente, estaban encerrados en las famosas perreras, de las cuales hay dos, una para hombres y otra de mujeres.
En la tarde, según pudieron constatar, ya nadie se acerca al muro, todos están en alerta esperando marcharse. Una caravana de vehículos de la Patrulla Fronteriza se mueve con los migrantes a bordo para trasladarlos a las jaulas.
Un panorama semejante al de Tijuana-San Diego se vive en Ciudad Juárez-El Paso, en Texas, donde los migrantes están regresando a territorio mexicano por un lugar ahora de aguas no muy profundas que se los facilita.
Los hay de Venezuela, República Dominicana y Guatemala, y señalan que fueron de los primeros en llegar a la parte estadounidense antes del día 11, pero todo fue inútil, y al cabo de esperar más de 72 horas, decidieron regresar.
«Por favor, vayan de regreso a México», les dijo un soldado de Texas un grupo justo al norte del río bajo un puente que une que El Paso de Ciudad Juárez,
Mientras los migrantes subían con dificultad por la orilla arenosa y llena de basura del río hacia México, un guatemalteco dijo que las tropas de Texas habían sido claras: «No nos conviene estar acá», relata el periodista.