Todos los días son devueltos a Puerto Príncipe de 400 a 600 ciudadanos, precisó Alcántara al anunciar que este mes unas 10 unidades vehiculares serán incorporadas al patrullaje para una mejor identificación de esas personas.
El directivo consideró que eso permitirá un mayor desplazamiento de los agentes migratorios a lugares clave, donde se concentra la mayor cantidad de individuos irregulares, tanto en el Distrito Nacional, como en sectores del interior.
La crisis económica, social y política que enfrenta Haití lleva a miles de sus nacionales a tratar de ingresar de manera ilegal a su vecina República Dominicana, donde a diario encaran el riesgo de ser detenidos y deportados.
El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial pidió en abril pasado a los países de la región a cesar las deportaciones de migrantes haitianos, la mayoría de ellos desde tierra quisqueyana.
Mientras, el canciller de República Dominicana, Roberto Álvarez, calificó ante la ONU de “insostenible” la violencia que vive Puerto Príncipe de manos de las bandas armadas y pidió al Consejo de Seguridad acciones inmediatas.
En un discurso ante ese organismo de la ONU en abril último, Álvarez criticó la pasividad internacional ante la crisis en ese territorio vecino e insistió en la compleja situación que existe en la frontera entre las dos naciones.